Alonso Reyes Cuevas nace en Calkiní. (...) Durante su fructífera carrera ocupó importantes cargos en la docencia y administración educativa. De igual manera en puestos políticos y clubes de servicio, sin desligarse de su afición a la escritura, ya que también fue colaborador, durante considerable tiempo, del diario "Novedades de Campeche" y escribió una monografía sobre su tierra natal.

Jubilado actualmente, dedica parte de su tiempo a la pluma para retocar y convertir algunas de sus muchas vivencias en artículos de fantasía, mismos que ha bautizado con el discreto nombre de "Manantial".

La modestia del título es fiel reflejo de sencillez de su hacedor, quien se declara ajeno a cualquier pretensión de índole literaria, pues nada más le guía el impulso de plasmar lo que durante mucho tiempo permaneció guardado en rincones de su pensamiento.

En las páginas de la presente obra, retrata a personajes místicos y buenos. Pone al descubierto la curiosidad sin límites de infantes transportados en viajes maravillosos hacia lo desconocido. Relata vivencias de gran ternura y sensibilidad. Romances juveniles, de una esencia que perdura de los tiempos idos. La niñez, la juventud y la senectud, la vida en el campo con sus encantos, sus "noches frescas, perfumadas por delicados azahares y jazmines, huele de noche" y los peligros que a su vez encierra, nos hacen viajar por caminos de la fantasía.

Los diálogos de los personajes, sencillos, acordes a los tiempos de su existencia, reflejan la sensibilidad del autor. Permite percibir una amalgama lingüística de vocablos mayas y expresiones coloquiales, característicos de su tierra campechana.

Breve semblanza, a modo de presentación, de la obra. Dejemos, pues, que Alonso Reyes sea quien personalmente nos conduzca y deleite a través de la hermosa fantasía de su inspiración.