TIERRA
DE LA ETERNA FANTASÍA
Por
Santiago Canto Sosa
Hace
algunos días llegó a mi biblioteca un libro
editado de manera artesanal; está hecho por las propias
manos del autor y de sus hijos, quienes ilustraron el contenido
de este poema histórico, que nos habla del Calkiní
de todos los tiempos, con dibujos y viñetas de sus
plumas adolescentes.
El
volumen lleva por título CALKINÍ: TIERRA DE
LA ETERNA FANTASÍA, y como dije anteriormente, se
trata de un Poema Histórico (1441-1998), obra del
profesor Iván Turriza Pinto (1956), nacido en este
solar cautivante por su memorable cultura.
El
volumen está prologado por el también profesor
Fred Berzunza Chacón, quien aclara: "El trabajo
que nos presenta, en versos rimados, aunque no es una perfección
literaria, si hablan por sí solos del gran amor que
siente por esta su tierra natal, la tierra de los Canul."
Turriza
Pinto (los apellidos crean una metáfora) nos invita
a entrar por la puerta por donde los ancestros pasaron,
después de haber salido de la destruida Mayapán,
hace 559 años. Recuerda, a través de sus cuartetos
de rimas pareadas, y con una cadencia forjada por doce,
trece y catorce sílabas, el comienzo del cacicazgo
florecido en el Camino Real, ofreciendo, así mismo,
pasajes del pretérito local. Enaltece los rasgos
indígenas y da la pauta a seguir buscando nuevos
datos que acrecienten la biografía de Calkiní.
Explica:
"Los guerreros se asentaron en este suelo/ al que
casi compararon con otro cielo;/ respetuoso hizo plegarias
el Ahau Can,/ a este edén terrenal le nombraron:
Tuuk Caan."
Hace
un recorrido por los abundantes caminos del Mayab, y denota
en un lenguaje sencillo, aunque vigoroso en traducciones
(302) de vocablos mayas y regionalismos, los aconteceres
cotidianos del mestizaje.
La
presencia española en nuestro país, es vociferada
con el mismo tono poético, confrontando imágenes
de la estirpe que luchó y que aún sigue batallando
por rescatar un idioma y una identidad sin soslayos.
Afirma:
"Entonces se desató en Zipatán la
guerra/ flechas y arcabuces hacen temblar la tierra,/ los
Ah Canul sólo ofrecen sus recios pechos,/ al sucumbir,
de la tierra hicieron sus lechos."
Hace
un recorrido lírico por los diversos barrios de la
localidad, de comisarías y juntas municipales del
Calkiní contemporáneo. Menciona una sinopsis
del mar en Isla Arena, las cuevas artificiales de Chuc Say,
el Nunkiní desbordado por su fe religiosa, los patronos
y patronas de los altares católicos; en fin, acuden
a su numen momentos de su vida en San Joaquín, "donde
cada objeto esconde mágica historia,/ y el pájaro
toh habita en la vieja noria."
Habla
de leyendas, sucesos y personajes, integrados en un legajo
de 86 cuartillas, cuya portada e interiores promueven el
trazo de "variantes de cabeza", utilizadas en
la paginación al pie de las primeras 13 hojas. Al
igual, resalta el contenido con puntos y rayas significativos
de la numeración maya.
Se
sugiere pulir y corregir aspectos, como el uso excesivo
de significados adheridos a palabras híbridas; así
también el de profusas repeticiones en sonidos al
final de verso (rimas agudas), lo cual empalaga el oído
y se prefiere descansar los ojos a causa de ese andar a
prisa.
Ojalá
se realice un tiraje formal de este libro, que circula desde
hace varios meses en el municipio de Calkiní, cuyo
costo es absorbido por el propio autor y que va publicando
de uno en uno, para regalárselos a sus amigos y familiares
con el gusto de dar a conocer, desde otra perspectiva, los
umbrales de las cosas y costumbres de nuestros antepasados,
que no debemos seguir eludiendo ante el fluir de los días.
Fuente:
Los ojos de Ah-Canul. Reseñas y comentarios. Suplemento
dominical del Periódico "Tribuna", de Campeche,
Cam., 2000-2001.