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Valor del voto

(27 de junio de 2018)
 
 

Las campañas electorales 2018 se acercan a su fin. El tiempo concluye para los aspirantes a cargos de elección popular. El día de la cita a las urnas llegó.

Las campañas publicitarias para promover el voto el próximo uno de julio, ocuparon tiempos y espacios en los diferentes medios electrónicos y de comunicación. Una campaña simultánea para concientizar a los mexicanos en miras del cumplimiento de un deber, pero también dirigida a impulsar una mayor participación de los electores, no en balde, los millones de pesos asignados al INE para que menos del 50% del padrón de la lista nominal acuda a votar. Situación que preocupa y amerita atenderse.

El acecho de la desconfianza a las instituciones, la falta de credibilidad a los candidatos junto con el incumplimiento de promesas de campaña han influido en el alto porcentaje de ciudadanos que no acuden a las casillas. Aunque es decisión individual, es una expresión colectiva que pone en entredicho la validez y confiabilidad de los resultados numéricos y más, las competencias ciudadanas de los electores y nivel de participación en un acto democrático al que tienen derecho.

Voto femenino

Las  votaciones del día uno de julio permitirán elegir al Presidente de la nación, 500 diputados (un número excesivo) y 128 senadores a nivel federal; a nivel estatal, los campechanos sufragarán para seleccionar a 21 diputados por mayoría relativa, 14 de representación proporcional, 11 ayuntamientos y 24 juntas municipales para dar paso al relevo de las administraciones municipales y al Congreso local. En dicho proceso, el voto femenino es determinante para los ganadores de la contienda.

Precisamente este año, el sufragio de las mexicanas ajusta 65 años de ser reconocido. Un logro histórico, avalado por el Lic. Adolfo  Ruiz Cortines –Ex Presidente-. Un  suceso  que a la fecha sigue siendo memorable. El voto de las mujeres es codiciado por partidos y candidatos.

Un sector focalizado –la mayoría de las veces- por la vulnerabilidad (entiéndase rezago, maltrato y víctimas de la manipulación) ante la falta de oportunidades de superación e independencia económica. Desde luego no es el caso del 100 por ciento de las mujeres mayores de 18 años. Sin embargo, existe un alto porcentaje de jóvenes, adultas y ancianas susceptibles de ser dirigidas grupalmente para la intención del voto a favor de un candidato y/o partido político. Si bien, las mujeres tienen derechos y capacidades, no es válido aprovecharse de otras condiciones como la pobreza, desempleo, escolaridad, creencias o estilo de vida. El deber cívico y derecho ciudadano de las féminas está por encima de la ambición partidista. Un voto cuenta y decide. Cada elector cuenta y decide.

Los campechanos somos invitados especiales a la fiesta cívica del primer domingo de julio, asistir o dejar de hacerlo es una decisión personal que cada votante debe valorar. A esa cita, hombres y mujeres, jóvenes y adultos, militantes y simpatizantes partidistas, están llamados a emitir su voto, manifestar su voluntad por el cambio y participar libremente en el proceso electoral sin que nada ni nadie decida su voto.

Las elecciones 2018 serán para los mexicanos una oportunidad para ejercer sus derechos constitucionales y valores cívicos, más que un deber democrático será el ejercicio ciudadano, razonado y libre para votar por el  mexicano competente, libre, honesto, inteligente y comprometido con servir a su patria; trabajar con responsabilidad y apegado a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

26 Junio 2018

 
 
 
Texto: Enviado por Teresita Durán, 26 de junio de 2018 / Fotos: Archivo de Santiago Canto Sosa