El corazón de Ah' Canul - 32
Inicio
Conoce tu municipio:
Desigualdad y pobreza en Calkiní, algunas reflexiones sobre estos fenómenos socioeconómicos
Víctor M. Suárez Arcila
Portada -32
 

En algunas semanas será publicado un trabajo realizado por un grupo de integrantes de nuestra A.C., que hemos titulado, CAMBIOS ECONÓMICOS Y SOCIALES EN EL MUNICIPIO DE CALKINÍ Y SUS LOCALIDADES, 2000 – 2010,este trabajo, construido con cifras oficiales del INEGI, CONEVAL y CONAPO, registra los índices de pobreza y desigualdad en la distribución del ingreso y las percepciones salariales de la población económicamente activa (PEA) del municipio de Calkiní, contiene también algunos comentarios sobre la persistencia de estos fenómenos socioeconómicos en el país, la entidad y nuestro municipio y así mismo sus avances en el ámbito social y los muy escasos resultados en los últimos 20 años en la vertiente económica.

 
En 2010, las cifras de pobreza y desigualdad en el municipio son las siguientes:
 
Nacional
Edo. de Campeche
Mpio. de Calkiní
Pobreza
46.25%
50.0%
62.5% (32,628 pobladores)
Pobreza extrema
10.40%
12.0%
19.8% (10,378 pobladores)
 

En tanto que el 80% de la población municipal (43,000), tienen por lo menos una carencia social (ya sea en educación, salud, calidad en las viviendas o en los servicios básicos en las viviendas).

En lo que respecta a la desigualdad en la distribución del ingreso y la riqueza, medida con el coeficiente de Gini (el indicador tiene un rango de 0 a 1, mientras más cercano a 1, es mayor la desigualdad), los municipios con la mayor desigualdad según el CONEVAL (2010), son Cd. del Carmen y Calkiní con valores entre 0.467 y 0.488, que son menores a los registrados en el año 2000; aún así, siguen siendo de los más elevados de la entidad.

Cabe destacar, que la pobreza y la desigualdad aunque no son lo mismo, son dos conceptos muy relacionados y para algunos expertos el mayor problema no es la pobreza sino la desigualdad en la distribución de la riqueza y el ingreso, en tanto que otros consideran que ambos deben ser tratados para lograr una sociedad más justa y equilibrada.

Las cifras anteriores nos llevaron a preguntarnos en nuestra Asociación Civil, por qué los registros tan elevados de desigualdad y pobreza en México, en Campeche y en Calkiní y encontramos algunos datos muy interesantes, por ejemplo que Latino América es de las regiones más desiguales del planeta y que nuestro país es de los más desiguales de la región. De acuerdo a datos de Wikipedia, son los países nórdicos los que tienen menor desigualdad y mayor desarrollo humano: Islandia (0.250), Noruega, Suecia y Dinamarca (0.250 a 0.290) y los más desiguales algunos países africanos con un coeficiente de Gini de (0.600); México ocupa una posición intermedia con un valor entre (0,500 y 0.540), esto nos da una aproximación de la gravedad de este fenómeno socioeconómico. También encontramos que existen amplios estudios sobre pobreza y desigualdad que se han realizado en los últimos tiempos, la mayoría de ellos muy valiosos que aportan información y opiniones muy bien documentados, que por limitaciones de espacio no damos a conocer, aunque vale la pena destacar que uno de los trabajos de investigación más completos sobre el tema, es el presentado por el Dr. Carlos Tello, titulado SOBRE LA DESIGUALDAD EN MÉXICO, editado por la UNAM en el año 2010, el trabajo abarca desde la época prehispánica hasta la primera década del siglo XXI.

El autor señala en su libro, que México es un país marcado históricamente por la desigualdad. La característica más notable de México es su polarización social y económica, los extremos de miseria y opulencia se observan y contrastan cotidianamente en todas partes y lo han hecho durante siglos; también señala que la desigualdad en la distribución de la riqueza y el ingreso ya existía en el mundo prehispánico, se agravó durante la colonia y ha persistido a lo largo de los años de vida independiente. El Dr. Tello, señala también que la sociedad mexicana es desigual, porque la desigualdad se estableció desde el principio y en ella se basó en buena medida, el desarrollo económico y social de México. El texto, se divide en seis capítulos que van desde la Conquista, la Colonia, la Independencia, la Revolución, hasta el presente. Uno de los pasajes que llaman la atención es el de la Conquista donde destaca que nos llegó de España la parte más atrasada (Extremadura y Castilla) de donde llegaron soldados-conquistadores pensando desde el principio en el viaje de retorno con la fortuna hecha. No llegaron colonos y sus familias dispuestas a vivir y trabajar en los nuevos territorios como lo hicieron los europeos que llegaron a colonizar lo que después fue los Estados Unidos de América. También describe como en el largo período colonial se profundizó la desigualdad entre el pequeño grupo de españoles que acapararon las mejores tierras y las riquezas y el sometimiento y la discriminación de la población indígena y las castas. En el capítulo II, México independiente: los primeros cien años, describe los pocos cambios que se dieron entre 1810 y 1910 y la forma como se dio la independencia, aseguró la supremacía de los criollos. El contraste social continuó con extremos de opulencia y miseria (el capítulo II, puede ser consultado en la página www. dcsh.xoc.uam.mx). El autor advierte que sólo con crecimiento económico sostenido y con políticas sociales adecuadas se reduce la pobreza, pues la desigualdad en la distribución de la riqueza y del ingreso inhibe el crecimiento económico.

Otro interesante estudio sobre el tema, enmarcado en la Península de Yucatán, que da mucha luz sobre la desigualdad en la región y que mencionaremos brevemente, es el realizado por los investigadores Enrique Montalvo Ortega e Iván Vallado Fajardo, cuyo título es YUCATÁN: SOCIEDAD, ECONOMÍA, POLÍTICA y CULTURA, editado por la UNAM en el año de 1997; en el estudio señalan que desde la Conquista, la región de Yucatán fue considerada como una de las más pobres del nuevo mundo, tanto que Hernán Cortés declinó conquistarla. En cambio Francisco de Montejo lo hizo atraído por la promesa de apropiarse de tierras y esclavos (la Encomienda). En tales condiciones, durante la Colonia la agricultura se constituyó como la principal actividad productiva y el tributo en sus diversas modalidades, como la fuente más importante de transferencia de recursos hacia los dominadores españoles. Con la Independencia, los intentos por modernizar la economía indujeron a los yucatecos a impulsar la producción azucarera en el sur y el oriente de la península, esto tuvo como antesala un acelerado proceso de ocupación y despojo de tierras de las comunidades indígenas. Poco después y aprovechando las disputas entre los grupos dominantes, los nativos se lanzaron en defensa de sus territorios y otros derechos; y más adelante el conflicto se transformaría en la Guerra de Castas de Yucatán. Señalan los investigadores que posterior a las Guerras de Castas y hacia finales del siglo XIX, los avatares históricos crearon las condiciones para que se conformara una poderosa oligarquía en torno a la producción henequenera. Puede decirse que con el henequén se forjó el Yucatán moderno.

También señalan que por las características de la producción henequenera, que gira en torno de las haciendas, la vida regional se vio dominada por élites cerradas que fueron capaces de imponer una dinámica muy particular a la región. Posteriormente comentan sobre la llegada del Gral. Salvador Alvarado y su proyecto social y sus logros, como la liberación de los peones de las haciendas y la organización de los trabajadores, entre otros y como la Comisión Reguladora del Mercado del Henequén organizada por él, se vino abajo poco después de su salida del gobierno y que los principales líderes del movimiento socialista fueron asesinados en 1924, dándose un velado proceso de restauración de los antiguos privilegios; también hacen mención de la reforma agraria impulsada por el General Lázaro Cárdenas y como ésta se quedó a medio camino porque los grupos de la burocracia local se aliaron con los hacendados para desvirtuar sus objetivos. Más adelante señalan que es indudable que las élites yucatecas se han transformado, pasando a nuevos rubros de la producción, pero la herencia del conservadurismo decimonónico rige aún en muchos aspectos de sus acciones. Incluso puede decirse que la cultura que se constituyo a lo largo del siglo XIX ha logrado sobrevivir, con algunas modificaciones y adecuaciones, hasta nuestros días, y es a grandes rasgos la que domina en la región. Pensamos que las aportaciones de los investigadores ya señalados nos ayudan a entender parte del problema actual de desigualdad y pobreza en que se encuentran amplios sectores de la población de la región y de nuestro municipio.