El corazón de Ah' Canul - 38
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No sea un barco a la deriva
Gonzalo Sobrino Lázaro
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Piense que ha decidido cambiar la filosofía de usted mismo y de su empresa, que tomará nuevas medidas y asumirá nuevos compromisos.

No es posible curar una enfermedad si no se toma la decisión de administrar un medicamento o una cura; no importa que el remedio sea naturista, de homeopatía, de alopatía, de remedios caseros, de medicina tradicional, holística, integral, alternativa o de herbolaria, de santería o de brujería; lo inobjetable es que tendrá que aplicarse la medida para sanar el mal que, en el caso de su vida o de su empresa, habrá de ser una nueva conducta que empezará por usted mismo.

Evite que su vida sea un barco a la deriva.

En la primera etapa del tercer milenio la persona que no programa sus actos, se ha quedado rezagada en la incesante carrera de la civilización.

Todo debe planearse con sumo cuidado como si se tratara de un itinerario de viaje turístico, previendo en lo posible los tropiezos y las circunstancias adversas.
Nada debe quedar a la improvisación, a la suerte, a lo que ocurra, a lo que salga o al ahí se va.

Las cosas se deben hacer poniendo primero el corazón y después el razonamiento o viceversa si le parece a usted bien, pero siempre los dos; para que hablen bien de nuestra presencia; jamás debemos trabajar simplemente para salir del paso o para actuar solamente por cumplir.

La calidad, dentro de la cual se encuentra la calidez de lo que hacemos, es el mejor sello distintivo que nos dará prestigio y éxito.

Es necesario evitar la mediocridad y luchar por destacar en el contexto laboral, empresarial y social, para lo cual tenemos que llevar a cabo las actividades de nuestra responsabilidad con sumo cuidado y teniendo como base una previa programación.

Tengamos en cuenta que todo programa debe contener metas específicas y así es como debemos pensar y actuar en el contexto de nuestra vida familiar, empresarial y social.

Fijemos en la mente lo que queremos para bien de nosotros mismos, de nuestros seres queridos y de nuestra empresa y dirijamos todo el esfuerzo posible en aras de la obtención de las metas que anhelamos.

No nos quedemos con los brazos cruzados si algo no sale como lo planeamos; actuemos de inmediato para enderezar el rumbo y propiciemos que el trabajo en equipo nos permita alcanzar la cúspide de nuestros deseos.

Es necesario que grabemos con nitidez en nuestra mente lo que deseamos obtener en la vida.

Pero esas metas fijas en la conciencia no serán suficientes porque la vida lejos de ser justa y amable es dura e injusta con la mayoría de los que luchamos a brazo partido para llegar hasta donde queremos.

Existe la probabilidad de que nos invada la idea del fracaso, el cual seguramente le llegará a los que se acobardan y se rinden antes de combatir.

¡Si el fracaso nos llega, que nos encuentre luchando sin desmayo!

Porque así nuestra conciencia estará siempre plena de optimismo y preparada para luchar de nuevo, siempre y cada vez que nuestro entusiasmo nos impulse a actuar con ímpetu y dinamismo para conseguir el éxito.

Tracemos nuestros objetivos, nuestros planes y construyamos nuestro camino hoy mismo, con mucho cuidado, porque si no lo hacemos así, siempre iremos a la deriva.

Esté preparado para enfrentar las adversidades de la vida.

Borre de su mente la idea de fracasar porque usted pertenece a un grupo selecto de triunfadores.

Si algunas cosas le salen mal o va usted de mal en peor no se desanime ni se acobarde y continúe luchando en bien de usted y de su empresa.

Recuerde que su tenacidad conseguirá sembrar en su mente una gran confianza en usted mismo lo que le hará triunfar una y otra vez.

Ud. hace su camino al andar, es un caminante distinguido que avanza de acuerdo con un programa y nunca va a la deriva.

Procure contar con un documento que se titule “Programa de trabajo de la empresa”, que puede ser su vida propia, su familia, su lugar de trabajo o su itinerario de jubilado, cuyo desarrollo podrá abarcar desde tres meses hasta 5 años.

Casi siempre se establece un año para hacer la evaluación y hacer un nuevo programa con los resultados y experiencias obtenidos del anterior.

Anote cuidadosamente sus metas, las cuales deberán ser cuantificables y medibles, así como susceptibles de comparación con un valor considerado como ideal o estándar, con lo cual podrá usted saber si le faltan o sobran recursos en determinados campos de la empresa o si falta rendimiento o calidad en los productos o servicios entregados a la clientela.

Por favor, no se limite a elaborar su documento y quedarse conforme con esto; en algunas empresas el programa de trabajo, así como la misión y la visión están en exhibición para que los altos ejecutivos, los supervisores e , incluso los visitantes, los puedan apreciar y llevarse una buena opinión de la organización; recuerde que lo más importante no es decir que cuenta con un programa de trabajo, una misión y una visión y mostrarlos a los supervisores y visitantes; lo más importante es darle seguimiento a la programación e ir verificando frecuentemente qué tanto se van cumpliendo los compromisos y metas señalados en el documento; por tanto, deberá contar con una libreta de apuntes para ir anotando las conclusiones que obtenga de la evaluación de sus procesos.

Le sugiero que consulte un manual de programación, un manual de evaluación y un manual de procesos.

Maneje el capital humano, humanice a su empresa, cambie radicalmente usted mismo y logre cambiar positivamente a los demás: evite que su vida sea un barco a la deriva.