En los corredores del hermoso Palacio Municipal de Calkiní,
existen tres murales denominados: “Raíces
de Ah–Canul”, “Fusión de Culturas”
y “Hacia el Ideal”; cuya temática,
en una secuencia cronológica, nos va presentando
con imágenes, símbolos y colores, etapas
de la historia de la localidad y el natural anhelo de
progreso y superación a que todo pueblo y ser
humano tienen derecho.
Estos
murales son obra del pintor calkiniense Sergio Cuevas
Avilés y fueron instalados siendo presidente
municipal, el Profr. Abelardo Mayor Cuevas.
A
estas fechas llama poderosamente la atención
el deterioro en el que se encuentran esas pinturas,
y tal parece que quien tiene la responsabilidad de preservar
el patrimonio cultural de los calkinienses ha hecho
caso omiso; ha adoptado la clásica actitud del
avestruz que esconde la cabeza ante lo que debería
ser de prioritaria atención. Cuanto y más
que estas obras se encuentran en la sede de las oficinas
de la autoridad municipal, y es un sitio por demás
visitado.
Y,
¡qué cosas!, el tercer mural, el denominado
“Hacia un ideal”, que entendemos representa
las aspiraciones del pueblo de Calkiní, es uno
de los más dañados, y la situación
se torna curiosa e irónica, cuando en la parte
inferior de dicha obra vemos la imagen del Dr. Eduardo
Baeza García, hijo preclaro de Calkiní,
con un texto que corresponde a una de sus expresiones,
que nos dice: “Que este vigoroso impulso
a la difusión de la cultura prosiga su marcha
triunfal, relegando la indiferencia y el desdén,
el egoísmo y la envidia que acosan al progreso.
Las Bellas Artes nos guíen a lograrlo”.
En
este caso particular, nos preguntamos: ¿impulso
a la difusión de la cultura?, o indiferencia
y desdén. Los murales nos dan la respuesta.
Si
ha habido intención de darles mantenimiento y
con el autor de las pinturas no se ha llegado a un acuerdo,
hay otros medios para hacerlo. Esa no sería justificación
para no conservarlas.
Calkiní
merece la atención de su patrimonio cultural.
|