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Hernán Cortés cruza los mares del cacicazgo de los Canul. Dibujo de Renán Suárez Cárdenas

Texto copiado, literalmente, de las páginas 30 y 31 del libro "Historia Gráfica de Calkiní", de Manuel Herrera Pech.

La carrera de relevos que se practica actualmente como deporte, los habitantes de los dominios de los Canul, la utilizaban para surtir la cocina de los jefes Mayas, con toda clase de pescados y mariscos, sustraidos del mar que nos queda al poniente a 40 kilómetros de distancia. En un día de pesca, los nativos vieron pasar las carabelas conducidas por Hernán Cortés que salió de la Habana Cuba.

En una de las naves viajaba el Frayle Gerónimo de Aguilar a quien recogió Cortés en isla de Mujeres, a donde recaló como superviviente del naufragio de Valdivia, el otro náufrago Dn. Gonzalo de Guerrero, se negó a la invitación del conductor de las Carabelas porque ya había contraido matrimonio con una de las hijas del gran cacique de dicha isla, de donde comenzó una nueva raza en la historia de México: LA MEZTIZA. El Frayle Gerónimo de Aguilar, sirvió de intérprete entre los indios de AKIN PECH y los Españoles, los años que vivió entre los nativos de isla de mujeres, los aprovechó para aprender el idioma y las costumbres de los nativos.

Los nativos del cacicazgo de los AH CANUL guardados detrás de las palmeras observaron con curiosidad las naves desconocidas para ellos, así como les sorprendían las barbas largas de los navegantes. Las carabelas no se alejaban de las orillas del mar, por temor a que la furia del mar abierto les destrozara sus velas que los hacía andar navegando lentamente. (Manuel Herrera Pech)

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