Calkiní, 22 de julio de 2008
 
Plaza del Progreso de Bécal. XL Aniversario
 

Antes de 1968, el corazón del poblado de Bécal, consistía en un gran campo, tapizado por zacate corto, árboles silvestres; unos vetustos almendros y laureles delimitaban el área central, custodiada por la majestuosa iglesia y convento de Nuestra Señora de la Natividad, edificado en el siglo XVII, con sus dos torres laterales.

También el Palacio Municipal, a través de sus arcos, fue testigo del ayer. Cuentan los abuelos que a principios del siglo XX, aquel pastizal era el sitio preferido para llevar a comer a los animales.

Plaza del Progreso de Bécal. 20/07/2008
 

Años más tarde, se convirtió en el campo de béisbol de la comunidad, punto de encuentro de la juventud y sitio de citas de los enamorados.

Al paso de los años, el crecimiento de la población, el apogeo de la industria sombrerera y la esperanza de un futuro mejor, en miras del desarrollo de la comunidad, los becaleños al fin tendrían calzadas, jardines, bancas, alumbrado público, arriates y una fuente. Aquella construcción, iniciada a principios del mandato del gobernador del estado, Lic. Carlos Sansores Pérez, fue una obra bien diseñada, resaltando los edificios coloniales y en el centro la “Fuente de los sombreros”, símbolo cultural que sintetiza la creatividad, el talento y la actividad principal de los becaleños.

La “Plaza del Progreso”, como se le llamó, fue inaugurada por el gobernador, el 6 de agosto de 1968 -un día antes de su primer informe de actividades; siendo Presidente de la República, Gustavo Díaz Ordaz, y Presidente de la Junta Municipal de Bécal, el Sr. Pascual Hernández. Este 6 de agosto, la plaza principal celebrará su XL Aniversario; cuatro décadas soportando lluvias, ciclones, sequías y primaveras. Durante varios años, fue víctima del abandono por parte de las autoridades y descuido de la gente. Gracias al interés de la Sra. Sonia Cuevas Kantún –alcaldesa del Municipio de Calkiní- y al poyo del Lic. José Antonio González Curi, para el inicio de este siglo, la Plaza del Progreso cambió de imagen, se hicieron nuevos jardines; las bancas originales –rotas- fueron sustituidas por nuevas; el área de juegos infantiles se amplió y la Fuente de los Sombreros conservó su lugar. Hasta la fecha, el simbolismo de la unión de los tres sombreros sigue representando la laboriosidad de manos artesanas; la belleza de los flamboyanes en mayo y la fronda siempre verde del laurel, continúan siendo el paisaje mágico del pueblo.

El conjunto arquitectónico de la Plaza Principal es síntesis del ayer; casonas coloniales, el mercado viejo con su inigualable fachada, las arcadas del Palacio, el atrio de la iglesia católica, los puestos y la incomparable fuente, hacen la mejor imagen para una postal; por eso, vale la pena conservar en buen estado todos y cada uno de los elementos que han dado distinción a la Villa de Bécal.

En los últimos años, se observa la falta de voluntad y autoridad de los servidores públicos de la Junta Municipal, para prohibir el tránsito de todo tipo de vehículos –motorizados y no- en las calzadas y andadores de la Plaza, ya que es común encontrar todo tipo de vehículo, circulando en las áreas peatonales, poniendo en riesgo la integridad de niños, ancianos, mujeres, visitantes y habitantes de la localidad.

Es lamentable que esté ocurriendo esa situación, dando mala imagen a los turistas que llegan a conocer las cuevas donde se elaboran los tejidos de jipi y sombreros. Es triste ver cómo jóvenes y adultos –que han asistido a la escuela- circulan sin el mínimo conocimiento de vialidad; pero es más crítico que estando a unos cuantos metros del Palacio y la Comandancia de la Policía, nadie aplique el Reglamento de Buen Gobierno y Seguridad, o mínimo el de vialidad, para sancionar a quienes infrigen la ley. Ante la falta de voluntad y la apatía reinante, el comportamiento negativo de varias personas pone en entredicho el nivel cultural de los habitantes y la capacidad de las autoridades municipales.

Ahora que la Plaza del Progreso cumple 40 años, bien merece mayor atención de los responsables de la administración local; también el cuidado y respeto propio, para conservar una imagen limpia y atractiva, ante la mirada de las personas que llegan a pasear o visitar a familiares y amigos. La imponente iglesia seguirá viendo pasar los años; la fuente –permanecerá si se lo proponen- con la blancura de los sombreros; los jardines y árboles crecerán –si la gente los cuida-. Sólo así podremos disfrutar, por más décadas, el encanto de la Plaza del Progreso; ahora Bécal es Villa, tiene un parador turístico y el potencial para ser la puerta de entrada al Campeche cultural, lleno de historia y tradiciones.

San Francisco de Campeche, Cam. 22 de julio de 2008.

 
 
 
Fuente: Texto enviado por Teresita Durán, 22 de julio de 2008 / Foto: Santiago Canto Sosa, 2008