Esto lo menciono por la reciente tarea emprendida por un grupo de jóvenes (esta última palabra implica tanto el esfuerzo físico como espiritual de quienes expresan libremente sus ideas y actúan también con el mismo gozo, a exponer nuevos y viejos temas en sus inagotables formas de ver el mundo), al transmitir sus propias visiones, sus encantos y desencantos, sus eternos diálogos con el Ser Supremo; y al entablar con un lenguaje más coloquial que figurativo, una conversación con ellos mismos, y con los congéneres, a través de una revista de 16 páginas, cuyo común denominador es la divulgación de asuntos significativos en la vida parroquial.
El ejemplar No. 2 de la revista "La Locura de tu Ser...", correspondiente al bimestre Noviembre-Diciembre del año 2000, es reflejo de la historia mediata y otros parámetros bosquejados en la Iglesia de San Luis Obispo, en víspera de la llegada del tercer milenio.
Es necesario remarcar la presencia editorial, intelectual y religiosa de este cuaderno bimestral de integrantes de grupos apostólicos, cobijados en la Pastoral Juvenil; de bienhechores y del padre José de los Santos Zaldívar, que han puesto su granito de arena en la construcción de un inmenso castillo de buenos propósitos.
También se percibe la inquieta presencia de Osiris Kantún, coordinadora de un equipo de muchachos hacia esta "aventura", que esperamos rinda frutos a lo largo del año venidero, y que irrumpan con fuerza en la rutina diaria, con una promesa de reflexiones en torno a su trabajo en beneficio de la comunidad.
Se ha visto iniciar una gran variedad de boletines, gacetas y otros órganos informativos, que en el transcurso de semanas o meses han detenido su paso ante el desánimo de autores y patrocinadores; sin embargo, con las ganas suficientes, con talento y responsabilidad, se espera que la revista "La Locura de tu Ser..." se sostenga por mucho tiempo.
Para esto, es importante reconocer que sin la participación de algunos comercios y mecenas no sería posible financiar este tipo de encomienda. Es reconfortable saber que en esta ocasión se ha abierto una puerta más...
Calkiní, 25 de diciembre de 2000. |