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Ejemplar No. 18/domingo 6 de julio de 2003/Año III

Presentación

"Que la Gracia de Jesús permanezca con todos vosotros":

Peregrinar es salir de casa, de lo seguro, de lo conocido. Es desinstalarse y romper con los moldes establecidos para aventurarse a una búsqueda cuyo fin se desconoce. Peregrinar es seguir los pasos de Abram, el padre de la fe. Las peregrinaciones son una manifestación privilegiada de la religiosidad popular. Para muchos peregrinos, la visita al santuario o a una determinada imagen, constituye el eje central de su vida cristiana.

Los creyentes que asisten a lugares venerados, expresan su relación con Dios, la Virgen o los santos en devociones y promesas realizadas en forma itinerante y motriz: caminatas, procesiones, entradas de rodillas, tocamientos a las imágenes, oraciones en cruz, carga de imágenes, etc. Llevan además símbolos, velas, flores, retablos, imágenes, etc., que expresan su donación, su agradecimiento o el cumplimiento de la promesa hecha a Cristo, la Virgen o algún santo.

Entre los actos devocionarios que celebran están el rezo del rosario, las novenas y otros rezos propios de la imagen o el santuario que están visitando. Éstos lo hacen a nivel individual y familiar. En algunas ocasiones, si la peregrinación es masiva, la oración pasa a ser comunitaria. Por otra parte, el mismo caminar en peregrinación al santuario, de pie, de rodillas o en diferentes transportes, tienen el sentido de penitencia para el pueblo devoto.

En algunos lugares, fuera del templo se dan las danzas a pesar del sol, la lluvia, el cansancio, el llanto continuo y por horas, acompañado de cantos, sintiéndose pecadores. Dentro del templo, la espera de largas horas antes de poder llegar a tocar o besar la imagen, el mantener los brazos en cruz por mucho tiempo, la carga de una pesada cruz. Todo esto, acompañado de cantos de perdón en donde manifiestan su dolor y arrepentimiento por ser pecadores.

P. Chepe (A.M.D.G.)

 

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La peregrinación

Por J.A.V.

La peregrinación es un signo de fe y devoción. El Papa nos dice que "La peregrinación recuerda la condición de hombre a quien le gusta describir la propia existencia como un camino" ( I. M. 7 ). La familia de Jesús acostumbraba ir cada año a Jerusalén en peregrinación (Lc. 12, 1-4).

Además de Roma y Tierra Santa, lugares especiales de peregrinación, hay muchos otros dispersos por todo el mundo. Baste recordar a Fátima, Lourdes, el Tepeyac, el Cubilete, Za-popan, San Juan de los Lagos, Talpa, Plateros, y en nuestra Diócesis: Hool, y nuestro Santuario Mariano en Cd. Del Carmen en donde veneramos a Nuestra Sra. María del Carmen.

¿Quién de nosotros no ha participado en una peregrinación?

No es simple turismo religioso, sino que es una experiencia de fe tan especial que son muchas las causas que influyen. Comenzando con que hay lugares especiales, que nos hablan de la presencia de Dios. Son lugares que nos gritan que ahí estuvo Cristo, o que fue santificado por Dios mismo. Esos son los lugares sagrados de Tierra Santa. Son lugares que nos invitan a escuchar la palabra, como lo es Roma. Lugares donde nació, vivió o murió algún amigo de Cristo, a quien la Iglesia nos propone como modelo.

En pocas palabras: son lugares de encuentro con Dios y encuentro con los demás, porque una peregrinación nos hace a todos iguales: peregrinos. Estos lugares de espiritualidad promueven la superación de las personas. Ahí se promueve la oración en sus diversos aspectos. Son lugares de gratitud a Dios y encuentro con los hermanos. Por distintos caminos se llega al mismo lugar. Ahí se promueve la conversión del corazón. Se promueve el perdón y se siente la fraternidad.

Si la peregrinación se hace caminando, supone arrancarse de sus propias seguridades. Es vivir en la libertad. Como Abraham que deja todo y sale a la tierra que el Señor le mostrará (Gen. 12, 1-4). Es dejar las casas y las cosas, con la mirada siempre al frente. Es tener bien claro el ideal de llegar al destino de la peregrinación. Es confiar en aquel que todo lo puede. Es vivir y superar el cansancio del camino.

Por eso la vida es como una peregrinación. Hay que ser constantes para llegar al destino querido, supone esfuerzo en cada paso, también afrontar todos los riesgos, hacer compañeros por el camino. Una peregrinación yendo solo, es más difícil. Es una aventura. Con meta y camino, pero al fin aventura ¿será por eso que nos gustan las peregrinaciones?

Así, peregrinando, mucha gente alimenta su piedad.

Jesús peregrina junto con nosotros. No estamos solos en el camino. Hace mas de dos mil años que al encarnarse, quiso ser peregrino. Fueron 33 años de peregrinaje. Al cumplir su tiempo peregrino, no nos dejó solos, sino que dijo: "yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin de los tiempos".

Estas peregrinaciones son un recuerdo de la salida de Egipto. En tiempos de Moisés recordamos el éxodo, el pueblo peregrina por el desierto durante 40 años, hasta llegar a la tierra prometida.

El Deuteronomio dice: "Tres veces al año se presentarán todos los varones ante Yahvé, tu Dios, en el lugar elegido por El... y no te presentarás con las manos vacías (16,16).

Nuestra casa es la casa de Yahvé, el peregrino llega a su casa. Hay que llegar con las manos llenas. Es motivo ver a los peregrinos que llegan al santuario con vela, una flor, una ofrenda, lo que sea. Aunque a veces nuestras manos y nuestro corazón sólo esté lleno de sufrimientos ó nuestros ojos estén llenos de lágrimas; aunque lleguemos llenos de espinas y cadenas o de nuestras propias limitaciones y esperanzas.

Alzo mis ojos hacia los montes.
¿De dónde me vendrá el socorro?
Mi socorro viene de Yahvé
Que creó el cielo y la tierra.

Salmo 120 y el 134 fueron cantados por los peregrinos judíos que caminaban al templo de Jerusalén. Con mucha frecuencia, estos iban al templo con más preocupaciones que ofrendas.

En este caminar por la vida, nos alienta también el testimonio de muchos hombres y mujeres santos. La más importante de todos es María, la llena del Espíritu Santo.

La muerte es sólo el fin del peregrinaje terreno, porque comienza la vida eterna.

Nos ha dado la libertad para estar con El o contra El. Al fin habrá premio o castigo. El salir, depende de nosotros. El pueblo de Dios peregrina por el camino estrecho de la cruz, hacia el banquete celestial, donde todos los elegidos se sentarán a la mesa del reino.

Esto y más nos enseñan nuestras peregrinaciones.

P.D. Hagamos valer nuestra libertad, hoy sobre todo que nos reclama nuestros derechos de ciudadanos, votemos por la mejor opción, no te abstengas de votar, tu voto es importante, como buen cristiano cumple tus deberes civiles con honestidad.

 

Fuente: Diócesis de Campeche. Gran Jubileo de la Encarnación de Nuestro Señor Jesucristo 2000.

 

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Avisos Parroquiales

 

Lista de aseo (julio): Lunes 7: PRODEFE. Miércoles 9: KEKAKO. Viernes 4: Pascua Juvenil.

Se le da a conocer a la comunidad parroquial, que el lunes 7 de julio inicia la restauración de la Casa Cural, esperando contar con su ayuda económica para dicha obra.

Misa en la capilla de San Miguel Arcángel, el martes 8 de julio, a las 5:00 p.m.

Se les invita al festival de presentación de la candidata a Srita. Parroquia, el 8 de julio, en el barrio de San Martín, a las 7:30 p.m.

Reunión de Miniequipos el miércoles 9 de julio, a las 8:00 p.m.

Catequesis Pre-Bautismal 2º Nivel, del 12 de julio al 9 de agosto (sábados), a las 4:00 p.m.

Confesiones de enfermos, miércoles 9 y viernes 18 de julio, a las 10:00 a.m.

A los amables lectores de El Sembrador, se les informa que a partir de agosto se publicará una edición al mes, debido al costo.

A todos los equipos de evangelización de capillas se les informa que el retiro para el sábado 12 de julio se suspende hasta nuevo aviso.

Se le hace una atenta invitación a los niños y padres de familia a la misa de clausura del Curso de Catecismo Infantil, que se llevará a cabo el 7 de julio, a las 5:00 p.m., en la Parroquia.