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Ejemplar No. 11/domingo 18 de mayo de 2003/Año III

 

Presentación

"Que la Gracia de Jesús resucitado permanezca con todos vosotros":

Hace unos días el Evangelio de San Juan nos hablaba de que el discípulo cuando entró al sepulcro vio y creyó esta persona o apóstol desde entonces se convierte en un testigo que en la terminología griega se pronunciaría como mártir.

En la Biblia y de un modo particular en el N.T. se hace una conexión muy interna entre testigo y mártir, así ellos son los que tuvieron una oportunidad privilegiada de atestiguar su fe en los interrogatorios, que ordinariamente precedían a la condena de la muerte.

El mártir es testigo de Cristo, no sólo con su confesión de fe, sino también con su vida y con su muerte, imitando así la obra y la muerte salvífica del redentor. Es por tanto, un testigo por excelencia el testimonio no es sólo una manifestación humana, si no un testimonio del Espíritu Santo y, por tanto, sumamente precioso.

Psicológicamente hablando, el testimonio del martirio adquiere una eficacia particular debido a que la profesión oral queda confirmada con la vida y sobre todo con la muerte. El número de mártires no es posible enseñarlo con gran precisión; ésta dificultad se agrava aún más por el hecho de que no tenemos ninguna certeza de que en la antigüedad se hicieron relaciones completas de todos los mártires y de que todas las relaciones eventualmente redactadas hayan llegado hasta nosotros.

Por otra parte, debemos de entender que el martirio es un don y una gracia de Dios; esto no significa que queden suprimidas o disminuidas por la gracia la personalidad humana del mártir y su más preciosa prerrogativa, que es la libertad. El martirio es el acto más grande de amor, constituye el camino más nombre hacia la santidad.

P. Chepe (A.M.D.G.)

 

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Los Mártires

Por J.A.V.

"La Iglesia católica sabe formar caracteres heroicos. En medio de la continua evocación de nuestras desolaciones miramos destacarse la figura de nuestros amados sacerdotes maltratados, encarcelados, deportados todos como malhechores por el delito que les merece plena gloria, por no haber querido separarse de la sede de Pedro, y haber preferido obedecer a Dios antes que a los hombres." (Mons. José Ma. González y Valencia. Arzobispo de Durango "El Clamor de la Sangre" Pág. 288).

Un Mártir es la expresión máxima de fidelidad a Dios, es un fruto ya logrado y que ha llegado a esta etapa después de un proceso anterior.

El martirio cristiano tiene su significación en la participación de la muerte de Cristo, de la que el bautismo nos hace participar y el sentido de la Eucaristía, como participación de su vida resucitada en la comunión del cuerpo herido y de su sangre derramada en la cruz.

La Iglesia, en los comienzos del cristianismo, fue fecundada por la sangre de los mártires, el primero de ellos San Esteban, que valientemente presentaba el sanedrín las razones de su ser como cristiano y de su actuar como tal (Hechos 6,8-15; 7, 51-60).

Nuestros pastores de la Iglesia de la Iglesia mexicana han estado siempre apoyando, sosteniendo a sus fieles ante todas las situaciones que viven, sobre todo en los tiempos de persecución.

"Nuestras almas están llenas de tristeza y nuestros corazones sangran, por habernos obligado a tomar medidas tan severas (la suspensión del culto). No perdáis la fe en nosotros, lo mismo que nosotros no perderemos jamás nuestra fe en vosotros, hijos bien amados.

Como un solo hombre, coloquemos nuestra fe en Dios. Os recomendamos con esperanza confiada a nuestra Madre la Virgen de Guadalupe. Vendrán días en los que el Divino Salvador habrá de consolar y reconfortar a aquellos que han tenido fe en El.

Encontremos el consuelo en estas palabras dirigidas por Jesús a sus Apóstoles en predicción de su muerte y de su resurrección: Subamos a Jerusalén donde deben cumplirse las profecías y ellos se burlarán de El y escupirán sobre El, y al tercer día resucitará.

La vida de la Iglesia es la vida de su Divino Fundador. Así pues, amadísimos hijos, la Iglesia de México está hoy entregada a sus enemigos, burlada abofeteada, despreciada. Parece que debe morir, pero resucitará con una vida nueva y vigorosa, con un esplendor como jamás lo tuvo entre nosotros. Que ésta sea nuestra esperanza indestructible" (Carta colectiva del Episcopado Mexicano, en la fiesta del Apóstol Santiago. 25 de julio de 1926. Firmado por ocho Arzobispos y 28 Obispos).

"La sangre de los cristianos ha corrido a raudales mezclada la de los sacerdotes con la de los jóvenes, la de doncellas con la de los ancianos. ¡Sangre bendita que hizo brotar por todas partes cristianos nuevos, rejuvenecidos, valerosos, invencibles! -¿Y Creéis que después de tanta sangre y de tantas lágrimas, de tantos heroísmos y de tantos sacrificios íbamos a ser nosotros los que cerráramos las puertas a la plena victoria de Cristo? Si tal hicieramos, nuestros mártires y nuestros héroes se levantarán de sus tumbas para reclamarnos el despilfarro de su sangre gloriosa ¡No mil veces no! Nuestra fe de católicos, nuestro deber de prelados, nuestra dignidad, el respeto que debemos a las víctimas, el puesto que liemos de conquistarnos ante el mundo, y finalmente la conciencia que tenemos de nuestra fuerza moral y espiritual, que centuplica nuestra misma fuerza física, todo nos hace repetir día a día, momento a momento, las palabras de la Carta Pastoral Colectiva: trabajaremos porque este decreto y los artículos antirreligiosos de la Constitución sean reformados, y no cejamos hasta haberlo conseguido. (Dada en Roma, Fiesta del Smo. Rosario. +José María. Arzobispo de Durango).

Vemos que a lo largo de los 20 siglos de existir la Iglesia sigue siendo fecundada por la sangre de los mártires de todos los tiempos, hasta nuestros días. La persecución religiosa continúa veladamente: el martirio del Excmo. Sr. Obispo de Cd. Obregón Don José Soledad Torres, el asesinato del Emmo. Sr. Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo. Los Jóvenes de la Acción Católica Mexicana Manuel Morales, David Roldán y Salvador Lara mártires gloriosos, tantos que han dado la vida por amor a Dios.

RUEGUEN POR NOSOTROS

 

Fuente: www.arquidiocesisgdl.org.mx/Confirmaciones/tema19.html

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Avisos Parroquiales

 

Lista de aseo (mayo): Lunes 19: KEKAKO. Miércoles 20: Pascua Juvenil. Viernes 23: Dinámica Juvenil.

El grupo PRODEFE te invita a prepararte para recibir los sacramentos Confirmación y Primera Comunión. Edad: 18 años. Inscripciones 24 de mayo, a las 5:00 p.m., en un anexo de la Parroquia. Comienza el 31 de mayo, a las 4:00 p.m.

Continúan los Talleres de Democracia los sábados, a las 9:00 a.m. ¡No faltes!

Reunión de Consejo de Pastoral el 21 de mayo, a las 8:00 p.m.