|
|
Presentación |
|
"Que la Gracia en Cristo Jesús permanezca con todos vosotros": A lo largo de la historia, en cada cultura se le da una gran importancia a los acontecimientos que marca la identidad u origen de cada pueblo. Así, de ese modo, entre los hebreos existe una fiesta principal llamada "la Pascua". Su significado es "pasar, saltar". Pronto comenzó a designar el "Paso de Yahvé" por las puertas de los israelitas en el momento de la salida de Egipto. En un primer momento, es una fiesta familiar y pastoral, que se celebra la noche de la luna plena del equinoccio de primavera. En esa noche, se ofrece un cordero de un año. Es por medio del acontecimiento de la salida de Egipto, cuando la Pascua toma el sentido de "rememorar el paso, salto hacia la libertad", en el recuerdo de la acción de Dios a favor de su pueblo (Ex. 12,26 s.s.). En
el N.T. la Pascua adquiere un significado totalmente original: "Antes
de la fiesta de Pascua, sabiendo Jesús que había llegado
su hora de pasar de este mundo al Padre" (Jn. 3,1). Es decir, Pascua
es el paso de Cristo al Padre a través de la muerte y la resurrección. La Pascua inicia con el Domingo de Resurrección, culmina con el Domingo de Pentecostés; la duración del tiempo pascual es de cincuenta días. Hay que afirmar que toda la liturgia parte de la Pascua y se ordena desde ella. El domingo, como día de la resurrección y la celebración eucarística son las referencias continuas a la Pascua que los cristianos realizamos. ¡No busquen entre los muertos al que está vivo! Felices Pascuas de Resurrección. P. Chepe (A.M.D.G.)
|
|
|
P a s c u a |
|
|
Por J.A.V. En medio de la alegría por la resurrección de Jesucristo, debemos esperar siempre el encontrarle, el hablarle... Esperar a Cristo, motor de nuestra fidelidad. Petición-Fruto: Alegrarme por la resurrección de Cristo, por su victoria sobre el mundo, sobre el mal, sobre la muerte. Yo también he resucitado con Él. Puntos a Meditar: Al tercer día resucitó. En esta piedra angular se basa nuestra fe. El Señor de la vida había muerto, pero ahora vive, triunfa. En esta Victoria, el hombre es llamado a su dignidad más grande. ¿Cómo no alegrarse por la victoria de Aquel que tan injustamente fue condenado a la pasión más terrible y a la muerte en la cruz? ¿por la victoria de Aquel que anteriormente fue flagelado, abofeteado, ensuciado con salivazos, con tanta inhumana crueldad? Este es el día de la esperanza universal, el día en que en torno al resucitado, se unen y se asocian todos los sufrimientos humanos, las desilusiones, las humillaciones, las cruces, la dignidad humana violada, la vida humana no respetada. La Resurrección nos descubre nuestra vocación cristiana y nuestra misión: acercarla a todos los hombres. El hombre no puede perder jamás la esperanza en la victoria del bien sobre el mal. ¿Creo
en la Resurrección?, ¿la proclamo? El Domingo de Pascua es el día en que incluso la iglesia más pobre se reviste de sus mejores ornamentos y se embellece con las flores mas hermosas, el día en que se reúne ante la sagrada Mesa mayor número de fieles, y en el cual, aun en las parroquias de mas débil cristiandad, la comunidad cristiana se entrega al gozo mas ostensible. El órgano con sus melodías inimitables, o el modesto armonio, acompañan los cantos que se elevan a la gloria de Jesús resucitado. Los que han olvidado las palabras de los viejos cánticos, las vuelven a recordar. Pascua es la cima del año litúrgico. Es el aniversario del triunfo de Cristo. Es la feliz conclusión del drama de la Pasión la alegría inmensa que sigue al dolor. Pero dolor y gozo se funden pues se refieren en la historia, al acontecimiento más importante de la humanidad: el rescate por el Hijo de Dios del pecado original. San Pablo: "Aquel que ha resucitado a Jesucristo devolverá asimismo la vida a nuestros cuerpos mortales. No se puede comprender ni explicar la grandeza de las Pascuas cristianas sin evocar la Pascua Judía, que Israel festejaba, y que los judíos festejan todavía, como lo festejaron los hebreos hace tres mil años, la víspera de su partida de Egipto, por orden de Moisés. El mismo Jesús celebró la Pascua todos los años durante su vida terrena, según el ritual en vigor entre el pueblo de Dios, hasta el último año de su vida, en cuya Pascua tuvo efecto la cena y la institución de la Eucaristía. Cristo al celebrar la Pascua en la Cena, dio a la conmemoración tradicional de la liberación del pueblo judío un sentido nuevo y mucho más amplio. No es a un pueblo, una nación aislada a quien Él libera sino al mundo entero, al que prepara para el Reino de los Cielos. Las pascuas cristianas celebran la protección que Cristo no ha cesado ni cesará de dispensar a la Iglesia hasta que Él abra las puertas de la Jerusalén celestial. La fiesta de Pascua es, ante todo la representación del acontecimiento clave de la humanidad, la resurrección de Jesús después de su muerte consentida por Él para el rescate y la rehabilitación del hombre caído. Este acontecimiento es un hecho histórico innegable. Además de que todos los evangelistas lo han referido, San Pablo lo confirma como el historiador que se apoya, no solamente en pruebas, sino en testimonios.
|
|
|
Avisos
Parroquiales
|
|
|
|
|