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Ejemplar No. 21 /domingo 27 de julio de 2003/Año III

Presentación

"Que la Gracia de Jesús permanezca con todos vosotros":

Uno de los mayores motivos de alegría de los seres humanos debiera ser el hecho de considerarse y ser una persona perteneciente a un grupo determinado, a una familia, a una sociedad: Alguien que no se pertenece a si mismo para vivir de una manera egocéntrica y solitaria, sino creado para donarse a los demás, y en esa medida recibir de los otros. Alguien que se identifica, que sabe quién es en relación con los demás.

La identidad es el elemento fundamental del sentido de pertenencia. Sentir que se es parte de una comunidad con características específicas que determinan una manera de ser y de actuar, se convierte en una responsabilidad y un compromiso.

En la sociedad actual urge trabajar por rescatar el sentido de pertenencia. Si bien es cierto que los adelantos de la humanidad han aportado progreso al mundo, también se debe reconocer que la apertura y los medios de comunicación.

El mundo de la moda y muchos otros factores han llegado a grupos y sociedades a descuidar, opacar y hasta cambiar su propia identidad, a remplazar valores autóctonos por tendencias y modelos copiados de otra cultura que no es la propia.

Ante este panorama vale la pena unir esfuerzos para valorar lo que hace parte de la identidad que abarca cultura, folclore, música, arte, moda, tradiciones, dimensión espiritual, las propias carencias y la manera de ver y valorar la vida.

Sentido de pertenencia es valorar lo que se tiene y lo que se es. Cada ser humano es privilegiado con la vida, con la salud, con la familia. No hay derecho a vivir devaluando las riquezas que le ha sido otorgado y anhelando lo que ha sido donado a los demás.

 

P. Chepe (A.M.D.G.)

 

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La participación en un grupo

Por Judith Avilez Vásquez

 

Retomemos este tema... sobre todo, ahora que tal vez hayas vivido la experiencia de un retiro espiritual y estés pensando si tienes vocación o no para estar en tal o cual grupo apostólico, o tal vez no estás en alguno.

Bien, sea cual sea tu vocación, se te ofrecerá la comunidad o grupo apostólico como cauce para tu formación y tu vivencia vocacional. Y esto, normalmente, no será fácil, porque en los grupos humanos se dan frecuentes roces y dificultades.

Es una de las experiencias más comunes; la tiene la mayoría de los jóvenes y también los adultos que participan en un apostolado. Al poco tiempo de haberte comprometido con un grupo, comienzas a descubrir que no es coherente, que le falta mucho para responder al llamado que Dios le hace.

La tendencia natural ante esta situación es apartarse del grupo, rechazarlo. Pero si profundizas un poco, te darás cuenta de que ese grupo es más o menos tan incoherente como tú; que eso que tanto te molesta y hasta te indigna, tú también lo vives en cierta medida. Entonces se abre ante ti un camino nuevo; es quizá más largo de lo que habías imaginado, pero profundamente humano: es el camino del perdón, de la reconciliación y de la corrección fraterna.

Estos momentos, vivencias, enseñanzas harán que madures y crezcas, que te sientas vivo, capaz de luchar para acrecentar el Reino de Dios, a trabajar para y por Dios y que vayas descubriendo cuál es tu vocación.

La respuesta vocacional sólo se puede dar en grupo, recorriendo con paciencia este camino tan humano. El hecho de que el grupo no sea lo que debe ser, no significa que no pueda ambicionar unos ideales y caminar hacia ellos.

Lo hacemos o deberíamos hacerlo, considerándonos como un puñado de pobres, que así, en calidad de pobres y de enfermos, hemos sido llamados misericordiosamente por el Señor.
Este camino supone una constante práctica ascética, que supone los siguientes aspectos MUY IMPORTANTES:

LA INTROSPECCIÓN Y EL PERDÓN.- La participación en un grupo te pide, como regla fundamental, un hábito de entrar en ti mismo para limpiar tu corazón de todo rencor y de todo rechazo. Éste es un asunto personal. No podemos crecer como grupo si cada quien cultiva resentimientos, juicios o murmuraciones. La amargura del corazón nos impide crecer.

En general, en la sociedad y en la Iglesia existen muy malos hábitos al respecto. Por eso, el primer juicio en el que hay que entrar es el juicio de ti mismo. Si frecuentemente entras en tu corazón y reconoces que también tú has sido infiel a los ideales, te estás preparando para convivir con los demás y caminar con ellos.

LA PRÁCTICA DEL PERDÓN ES INTERIOR.- Es normalmente un problema contigo mismo. Consiste en liberarte de los rencores, descubriendo los acontecimientos de la vida y los conflictos en la comunidad como factores de crecimiento.

Siempre necesitamos perdonar. Y para vivir en comunidad hay que hacer del perdón un hábito o una actitud permanente. Poco a poco, llegarás a asumir la actitud del que mira a los demás con el prisma de su propio pecado, y por ello siempre se considera a sí mismo como pobre y necesitado de los demás. Ese es el principio evangélico: sacar primero la viga de tu ojo para poder sacar la paja del ojo de tu hermano.

Bien, el próximo domingo continuaremos con este tema muy interesante, y que nos puede ayudar a crecer como personas y a mejorar las relaciones con el grupo, sobre todo, para hacer que nuestro grupo mejore cada día y se fortalezca por AMOR A DIOS y a nuestros hermanos.

Esperamos tu opinión sobre este tema en el buzón que se encuentra en las oficina parroquial, para así retroalimentarnos y poder caminar como una Iglesia unida.


Fuente: Misal de junio de 2001.

 

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Avisos Parroquiales

 

Lista de aseo (julio): Lunes 28: J.C.C. Miércoles 30: Ministros. Viernes 1 de agosto: M.S.C. Adolescentes.

El miniequipo de la Villa de Guadalupe invita al Festival de presentación de la candidata a "Señorita Parroquia", el día 2 de agosto, a las 8:00 p.m.

Se invita a todas las personas que deseen ser catequistas, al curso de formación, que se dará en la Parroquia, del 11 al 15 de agosto, en horario de 4 a 7 p.m. Favor de anotarse en la oficina parroquial; de 15 años de edad, en adelante.

Se invita a los jóvenes de 18 a 30 años de edad, que quieran vivir el Retiro de Jornadas, que se llevará a cabo del 7 al 10 de agosto. Pueden adquirir las fichas con los jóvenes del Movimiento de Jornadas y en la oficina parroquial.