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Ejemplar No. 40/domingo 8 de diciembre de 2002/Año II

 

Presentación

"Que la Gracia en Cristo Jesús permanezca con todos vosotros":

Hermanos, en el Sembrador del domingo pasado hablamos muy claramente de la corona de adviento, como signo de gran importancia en este tiempo, antes de llegar a la Navidad; pero debemos de tener muy en cuenta que esto es un signo externo litúrgico. Entonces ¿Qué sería para todo cristiano lo más fundamental?

La palabra de Dios siempre nos recuerda, que ante todo tiempo de preparación es necesaria la conversión. Este término es polivalente; se usa en múltiples acepciones. En sentido general, indica cambio de vida; dejar el comportamiento habitual de antes para emprender otro nuevo; prescindir de la búsqueda egoísta de uno mismo para ponerse al servicio del Señor.

Conversión es toda religión o innovación que de alguna manera nos acerca o nos conforma más con la vida divina.

Al implicar la conversión, el abandono del modo exterior de vida para enfrentarse en una nueva experiencia, incluye la penitencia como momento irrenunciable de ella.

La conversión es un aspecto que caracteriza la vida cristiana entera; es un reconocerse pecador; dispuesto a recibir el don de Dios que sana; es secundar la gracia que nos pone en el camino de la vuelta de la casa del Padre; es creer que somos hechos capaces de amar de nuevo a Dios con una relación íntima y filial; es sentirse en comunión gozosa con Cristo para realizar juntos la voluntad del Padre; es participar del misterio pascual, que introduce en la vida nueva de los hijos de Dios.

Por otra parte, la vida cristiana es conversión continua; no es sólo purificarse del estado pecaminoso, sino progresar en la vida espiritual, hasta sentirse comprometido con una opción fundamental en la adquisición de una vida caritativa. Un cristiano se siente peregrino, como un hombre que vive bajo una ley fundamental de la conversión, inserto en la dinámica del misterio pascual de muerte y resurrección.

P. Chepe (A.M.D.G.)

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Conversión

 

Para una conversión permanente necesitamos práctica existencial (real, vivida):

1).- Examen de conciencia sincero, atento, largo, para ver claramente en que estamos fallando en nuestra vida diaria espontánea...

2).- Individuar eventuales peligros "próximos" de pecado mortal o de pecado venial deliberado... Notarlos detalladamente y hacer un plan de "conversión" para controlarlos seriamente...

3).- Revisar la práctica, fundamental en una vida espiritual seria, del Examen diario de conciencia, para no caer en la tibieza superficialidad y grosería espiritual ¿por qué hay entre las almas consagradas tanta "mediocridad" espiritual. sin afán de buscar siempre "lo mejor", para gloria de Cristo?

4).- El secreto para un crecimiento y para una conversión seria está en concebir un "intenso dolor" incluso por pecados aparentemente pequeños... y en sellar la voluntad de conversión con la Confesión sacramental frecuente bien hecha.

Este es el sacramento de la "conversión permanente" que ha hecho y sigue haciendo los grandes Santos de la Iglesia Católica.

5).- Pedagogía litúrgica católica: los TIEMPOS FUERTES DE CONVERSION: Adviento, Cuaresma, Retiro espiritual largo anual, retiro breve mensual, etc.... Analizar como entiende y quiere la Liturgia que funcionen estos tiempos "fuertes": mayor oración privada y colectiva, mayor escucha de la palabra, mayor control de la mundanidad (sobre todo ayuno espiritual), mayor ayuno corporal, mortificaciones es-pontáneas de prevención y autodominio, mayor limosna, mayores obras de misericordia... ¿que más?

6).- Contra la conversión naturista de tipo puramente intelectualista tener presente la absoluta necesidad de la GRACIA, sea para la conversión, sea para la perseverancia final en el bien: dogma de fe definida y eje esencial de una vida cristiana, verdadero límite entre cristianismo humano y paganismo autosuficiente y orgulloso.

En todo este mundo interior de la Gracia y de la conversión es esencial una profunda devoción y asidua invocación al Espíritu Santo como Amigo íntimo y patrocinador incansable de nuestro crecimiento continuo en la santidad. Se recomienda una "consagración personal" al Espíritu Santo, bien preparada y como expresión de una plena "disponibilidad" a su acción santificadora interior.

¡ÁNIMO! PARA MAYOR GLORIA DE DIOS.

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Avisos Parroquiales

 

Lista de aseo (diciembre): Lunes 9: Renovación. Miércoles 11: Cursillos. Viernes 13: Prodefe.

Retiro de Adviento para grupos apostólicos, el sábado 14 de diciembre, de 8:00 a.m. a 2:00 p.m., en la parroquia.

Invitación a todos los fieles para que el día 12 en la Procesión a la Villa de Guadalupe, lleven adornados sus carros, bicicletas y triciclos, con imágenes alusivas a la Virgen de Guadalupe. Habrá bendición de esos vehículos.

La Pastoral Litúrgica, en coordinación con el Párroco, convoca a los grupos apostólicos y coros a participar en el Concierto de Villancicos en el mes de diciembre. “Prepárate y participa”.

Bautismo: Miércoles 25 de diciembre, después de Misa de 10:00 a.m.; sábado 28, después de Misa de 8:00 a.m.

Se invita a los jóvenes a tomar el Retiro de Jornadas de Vida Cristiana, que se llevará al cabo del 26 al 29 de diciembre.

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