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Ejemplar No. 49/domingo 9 de febrero de 2003/Año II

 

Presentación

"Que la Gracia en Cristo Jesús permanezca con todos vosotros":

Hermanos, Dios mediante el lunes 10 de febrero se celebrará la Jornada de Unión de los Enfermos Misioneros. Por tal motivo, hoy quiero hablarles acerca del sacramento de la Unción de los Enfermos, que el martes aplicaremos a todos nuestros hermanos enfermos.

Años atrás era tan común oír la frase “Ya fueron a llamar al cura, ya no hay esperanza”. Llamar al sacerdote se tomaba como el beso de la muerte. Se dejaba hasta el último momento posible, no fuera a ser que la llegada del cura acelerara la muerte espantando al enfermo.

Cuando los médicos no podían hacer nada, era el momento de llamar al sacerdote.

Es a través del Concilio Vaticano II como los fieles comienzan a ver este sacramento como un sacramento de los enfermos, más que últimos ritos de los moribundos.

Ahora bien, qué sentido tiene el sacramento de la unción. El efecto del sacramento, en términos de la gracia del Espíritu que ayuda y salva a toda la persona, la anima a confiar en Dios y la fortalece contra las tentaciones del enemigo y contra las angustias de la muerte. Así, el enfermo no sólo sobrelleva valientemente el sufrimiento, sino que lucha contra ello.

Si es para el bien espiritual del enfermo, la recuperación de la salud puede seguir a la unción y si es necesario, el sacramento ofrece al enfermo el perdón de los pecados y el fruto pleno de la penitencia cristiana.

En la unción de los enfermos, que incluye la oración de la fe, la fe misma se manifiesta. El enfermo será salvado por la fe personal y por la fe de la Iglesia que mira al pasado, a la muerte y resurrección de Cristo, fuente de todo el poder sacramental, y mira al futuro, al Reino de Dios que se nos presenta en el sacramento.

P. Chepe (A.M.D.G.)

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E n f e r m o s

Por J.A.V.

“Toda persona es para mí, Cristo y, como Jesús es único, esta persona es también única en el mundo para mí”.

Teresa de Calcuta.

 

Si estamos enfermos, se nos hace difícil aceptar nuestra enfermedad y ofrecerla a Dios; son muy pocas las personas con una fe tan firme que pueden decirle a Dios: “Que se haga tu voluntad...” y sufrir por Dios cada momento difícil.

Y de los que cuidan un enfermo, muchas de las veces no reflexionan porque y para que Dios les encomienda a sus seres queridos.

Cuántas veces se oye decir a estas personas: “Ya me cansé... espero que mis hermanos ya me ayuden a cuidarlo...”, y tienen razón, es un ser humano materialista (tiene muchas actividades o trabajos todo el día) y el poco tiempo que le queda, pues, para cuidar a su enfermo.

No estamos juzgando a nadie, simple y sencillamente, hacer reflexionar y convencerse de que a Dios no se le escapa nada y en el libro de nuestra vida anota, sobre todo, las buenas obras que hagamos y si las hacemos con amor, Él nos recompensa siempre.

Pero no sólo hay personas enfermas físicamente, también las hay espiritualmente, las que sufren de soledad, de egoísmo, de avaricia, ambición, etc.; éstas enfermedades son más difíciles de curar porque no dependen de algún medicamento químico, sino de voluntad, inteligencia y libertad de la persona para poder sanar, para poder convertirnos a Dios, sólo Él puede sanar esas enfermedades.

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Avisos Parroquiales

 

Lista de aseo (febrero): Lunes 10: Dinámica Juvenil. Miércoles 12: Catecismo Infantil. Viernes 14: Pre-Sacramentales.

Misa de enfermos, el 11 de febrero, a las 5 de la tarde. Se suspende la misa de las 7 de la noche.

Catequesis Pre-Baustismal “2º Nivel”. Inicia el 15 de febrero, a las 4:00 p.m.

Invitamos a toda la comunidad parroquial para que asista al gran concierto de MARTÍN VALVERDE, que se llevará a cabo el día 27 de febrero en el campo deportivo “20 de noviembre”, a las 19:00 hrs. Venta de boletos en la Oficina Parroquial, Joyería “Susy” y “Novedades Chío”. Pre-venta: $40.00 Sillas. $30.00 Gradas. “Nadie te ama como yo”.

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