|
|
Presentación |
|
"Que la Gracia en Cristo Jesús permanezca con todos vosotros": La fiesta de la Presentación del Señor, que celebramos este domingo, es una fiesta que nos narra el evangelio de san Lucas (2,22-24), con un enorme significado cristológico. Ya nos habla de ella la Peregrina Eteria (395): Fiesta muy importante que se celebra con gran esplendor. Es llamada en griego hypapante=El Encuentro. En Occidente se introdujo a mediados del s. VI. En el Sacramentario Gelasiano es llamada “Purificatio Sanctae Mariae” (Purifica-ción de la Virgen María), que era el nombre que perduró hasta la renovación que hizo el Vat. II. Ha sido llamada también la Candelaria, por la solemne bendición de las candelas, que aparece por primera vez en el s. X. El rito se inspira en las palabras de Simeón: “Luz que alumbra a las Naciones”. Ésta, aunque ya no está propiamente dentro del ciclo de Navidad (éste se termina con la fiesta del Bautismo del Señor, este año el 12 de enero), es claro que por su contenido interno está muy próximo a los misterios de la Navidad (se celebra a los 40 días). La
fiesta tiene un triple contenido: Esta celebración presenta el misterio de la salvación realizada por Cristo, al cual la Virgen es-tuvo íntimamente unida como madre del siervo doliente de Yahvé, como ejemplo de una misión referida al antiguo Israel y como modelo del pueblo de Dios, constantemente probado en la fe y en la esperanza por el sufrimiento y la persecución. P. Chepe (A.M.D.G.)
|
|
|
Día de la Candelaria |
|
|
Por J.A.V. Antiguamente, el dos de febrero marcaba, en ciertas partes del mundo, el principio del año, el fin de las nevadas y el despertar de la tierra. Se hacía un culto especial con semillas y una gran profusión de velas, para Démeter, la diosa de la agricultura. Los cristianos decidieron adoptar la tradición; pero a la bendición para las semillas, añadieron otra bendición especial para las velas o candelas. De ahí el nombre de “Candelaria”. Las velas que se bendicen este día evocan un antiguo festival de las luces precristiano, ya que con ellas pretendían iluminar el oscuro camino de la deidad que reinaba en las profundidades de la tierra; pero son consideradas como luces poseedoras de grandes poderes contra el mal, las tormentas, las enfermedades graves y los temblores de tierra. Esta fiesta coincide con la que la Iglesia habría de instituir, como el Día de la Purificación de María, pues se celebra justamente a los cuarenta días después de Navidad; que serían los que la mujer necesitaba después del parto para quedar pura, siempre y cuando hubiese parido un varón, porque si era niña requería el doble de tiempo, o sea de: ¡ochenta días! En el mundo indígena, el ciclo de Purificación y Penitencia se inicia con esta festividad, la Candelaria, sigue con el Carnaval, la Cuaresma y la Semana Santa. Visto con la perspectiva europea, debiera comenzar con el Carnaval, pero desde la cosmovisión indígena y campesina, estas dos festividades quedaron invertidas. Es ciclo de la siembra y las estaciones del año el que marca toda la vida religiosa, social, humana, comercial y cultural del pueblo en sus fuertes manifestaciones culturales prehispánicas. En nuestro país, el Día de la Candelaria se celebra desde los inicios de la época colonial. Cada región y grupo étnico la impregna de características propias de su cultura. Por ejemplo: se llevan a cabo bailes populares, procesiones, alboradas, ferias, música de banda, danzas tradicionales. Y, por supuesto, la Bendición al Niño Dios. No hace mucho tiempo , se acostumbraba dejar el “Nacimiento” puesto hasta ese día y se levantaba al Niño Jesús para vestirlo con una adornada túnica, llena de listones, galones y encajes. Esto aún se conserva en algunos hogares, cada vez más pocos, por desgracia; pero aún podemos encontrar por las calles gente con su “Niño”, muy adornado y hasta con flores, mismo que llevan a la Iglesia para ser bendecido. En algunos lugares, se acostumbra que la persona que en la merienda del Día de Reyes se sacó el “muñequito”, al “partir” la Rosca de Reyes, se convierte en el padrino del Niño Dios el Día de la Candelaria. Los
mexicanos no perdonamos que el afortunado pariente o amigo, no nos invite
a disfrutar los suculentos “tamales”, que con su exquisito
aroma, variado sabor y textura, se elaboran en toda la república,
especialmente para este día.
|
|
|
Avisos
Parroquiales
|
|
|
|
|