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Ejemplar No. 30/domingo 29 de septiembre de 2002/Año II

 

Presentación

"Que la Gracia en Cristo Jesús permanezca con todos vosotros":

Nuestra Iglesia considera que Dios tiene unos seres espirituales que le ayudan a la custodia de cada hombre que se encuentra en este mundo. A estas creaturas las conocemos con el nombre de ángeles. Pero, ¿quiénes son ellos?

Etimológicamente "ángel" significa "mensajero", lo que indica, como lo afirma San Agustín, su función, pero no su naturaleza. Los ángeles pueden ser definidos como "sustancias intelectuales, puramente espirituales, creadas por Dios y superiores a los hombres".

Siendo "espíritus" no poseen cuerpo; sin embargo, algunos sacerdotes y escritores eclesiásticos les han conferido cierta corporeidad.

En casi todas las páginas de la Biblia existen testimonios de esos espíritus puros. Nos basta con recordar a los querubines que custodian el paraíso terrestre (Gen. 3,24): los tres ángeles que se le aparecen ante Abraham (Gen. 18, 19): Al arcángel Rafael, quien acompañó a Tobías y lo liberó (Tob. 5,1ss): Al arcángel Gabriel, quien anunció la encarnación del verbo; los ángeles que anuncian el nacimiento de Jesús a los pastores y su resurrección (Lc. 1: 9,23; 24, 4ss): y los innumerables ángeles del Apocalipsis (1; 11; 8, 4ss, con fundamentos en las Escrituras y la tradición.

La Iglesia definió como "verdad de fe" no sólo la existencia de los ángeles, sino también su creación. Es común que se considere que fueron creados antes que los hombres y en número indeterminado.

La Sagrada Escritura, en especial Sn. Pablo, quien evoca la tradición, nos dice que los ángeles están divididos en nueve jerarquías: querubines, serafines, tronos, dominaciones, virtudes, potestades, principados, arcángeles y ángeles.

Con esto entendemos claramente de la S. E., que los ángeles no son semejantes en dignidad: existen ángeles superiores e inferiores.

¡Madre de los ángeles, ruega por nosotros!

P. Chepe (A.M.D.G.)

Los ángeles custodios

"Señor, en tu providencia amorosa nos enviaste a tus Ángeles, para que nos guarden. Ellos nos defienden siempre con su protección; con ellos gozaremos un día, y para siempre, en el cielo".

Sumisos y llenos de gozo, los Ángeles recibieron la misión de velar sobre nosotros. Con qué fidelidad cumplen el mandato divino (aunque a veces se descuiden como dice Dn. Carlos Suárez, ex Obispo de Campeche): "Ha dado órdenes a sus Ángeles, para que te guarden en tu camino". Y el salmo que contiene este mensaje continúa: "Te llevarán en las palmas de sus manos para que tu pie no tropiece con piedra alguna. No se te acercará la desgracia, ni la plaga llegará hasta tu morada."

Se dice que los ángeles están de moda en nuestros días: prendedores, estampitas, imágenes y publicaciones; pero todo esto tratado superficialmente y hasta con frivolidad.

Decir que los ángeles están de moda, significa que dentro de pocos días ya no los necesitaremos. Estas actitudes falsean el cristianismo y la revelación. Hablar y tratar así a los ángeles es interpretar superficial y equivocadamente el designio de Dios; es paganizar el cristianismo.

Debemos clarificar, darle su verdadero valor a la devoción a los ángeles.

La epístola sacerdotal nos recuerda que los Ángeles "son los espíritus que están al servicio de Dios, destinados a ejercer su ministerio en favor de todos los que han de obtener la salvación".

Qué singular veneración debe infundirte estas palabras -dicen los Padres de la Iglesia-, cuánta devoción deben inspirarte y cuánta confianza te proporcionan: Veneración ante su presencia; devoción en pago de su desvelo; confianza por la garantía de su custodia.

Que ellos nos cuidan y nos protegen, lo debemos creer como verdad de fe. Esta doctrina de fe católica está fundada en la Sagrada Escritura y continuamente ha sido propuesta a nuestra creencia por el Magisterio ordinario de la Iglesia.

Y si alguien niega de esta verdad, duda de ella o la propone como algo "novedoso", está muy lejos de tener un cristianismo auténtico.

Ante la soberbia del hombre actual, que piensa que se basta a si mismo, en medio de tantos peligros del alma y del cuerpo, Dios acude a nuestra debilidad, dándonos a un compañero que nunca abandona al hijo de Dios, que se le ha confiado en la tierra.

¿Tenemos para nuestro "Ángel de la Guarda" la veneración y la gratitud que merecen sus favores?

Cuando nos olvidamos del Señor, ellos lo alaban y glorifican también en nuestro nombre.

Ángel de mi guarda,
de mi dulce compañía,
no me desampares
ni de noche
ni de día.

Fuente: La Semilla Eucarística. Año 88. No. 10. Octubre 1997.

 
Avisos Parroquiales

29 de septiembre: a las 12:00 hrs., Misa y kermés en el terreno de la Casa de la Iglesia.

Lista de aseo (septiembre y octubre): Lunes 30: Monitores. Miércoles 2: Shalón. Viernes 4: Legión de María.

A partir del 2 de octubre, la Misa de la mañana será a las 10:00 hrs.

Octubre. Mes de las Misiones y del Rosario en familia.

3, 4 y 5 de octubre, celebración de Jufra.

5 y 6 de octubre, Congreso Juvenil.

Sábado 5 de octubre, a las 8:00 p.m., Pláticas de confirmaciones en la parroquia y en las capillas. De igual forma, los días 12, 19 y 26 de octubre, y el 9 de noviembre.