Las
enfermedades psicosomáticas, son un intento del
cuerpo de hablar lo que no se hace por la vía
de la expresión verbal. Sin duda la comunicación
no verbal, juega un papel esencial y nos ayuda a que
podamos emitir nuestros sentimientos especialmente negativos,
pero el cuerpo siempre buscará una manera de
"hacernos voltear" hacia los asuntos emocionales
o afectivos no resueltos; algunos autores como Louise
H. Hay, proponen que evitar lo anterior es el camino
hacia la enfermedad.
No
es nuevo el intento para explicar las enfermedades que
tienen un origen relacionado con la mente o los estados
emocionales, el término "Psicosomático"
está compuesto por dos términos: psíquico
(relativo a la psique que es el conjunto organizado
de los procesos conscientes e inconscientes) y somático
(relativo al cuerpo conjunto formado por cabeza, tronco,
extremidades y órganos en ellos contenidos).
Halen
Dunbar, la fundadora de la medicina psicosomática*
moderna en 1943 propuso la primera definición
de lo que hoy se conoce como personalidad tipo A de
los pacientes con afecciones cardiovasculares donde
la impaciencia, el apremio, la ira, la hostilidad y
el cinismo podrían ser predictores de enfermedad
coronaria.
De
acuerdo a Louise Bérubé, se define a la
enfermedad psicosomática como aquella enfermedad
caracterizada por síntomas físicos donde
las causas son múltiples, pero donde los factores
emocionales juegan un rol importante. Ella afecta habitualmente
a un órgano o a un sistema fisiológico.
Las manifestaciones fisiológicas son las que
acompañan normalmente ciertas emociones, pero
ellas son más intensas y más prolongadas.
Emociones reprimidas tienen una acción fisiológica
que, si son durable y suficientemente intensas, pueden
ocasionar perturbaciones de la función, hasta
una lesión del órgano. El paciente no
es consciente de la relación que existe entre
su enfermedad y sus emociones.
"La
enfermedad es un conflicto entre la personalidad y el
alma"
Edward
Bach
Muchas
veces...
El resfrió "chorrea" cuando el cuerpo
no llora.
El dolor de garganta "tapona" cuando no es
posible comunicar las aflicciones.
El estómago arde cuando las rabias no consiguen
salir
La diabetes invade cuando la soledad duele.
El cuerpo engorda cuando la insatisfacción aprieta.
El dolor de cabeza deprime cuando las dudas aumentan.
El corazón afloja cuando el sentido de la vida
parece terminar.
La alergia aparece cuando el perfeccionismo está
intolerable.
Las uñas se quiebran cuando las defensas están
amenazadas.
El pecho aprieta cuando el orgullo esclaviza.
La presión sube cuando el miedo aprisiona.
Las neurosis paralizan cuando el niño interior
tiraniza.
La fiebre calienta cuando las defensas explotan las
fronteras de la inmunidad.
Las rodillas duelen cuando tu orgullo no se doblega.
El cáncer aparece cuando te cansas de "vivir".
¿Y
tus dolores callados? ¿Cómo hablan en
tu cuerpo?
La
Enfermedad no es mala, te avisa que te estás
equivocando de camino.
El
camino a la felicidad no es recto. Existen curvas llamadas
EQUIVOCACIONES, existen semáforos llamados AMIGOS,
luces de precaución llamadas FAMILIA y todo se
logra si tienes: Una llanta de repuesto llamada DECISIÓN,
un potente motor llamado AMOR, un buen seguro llamado
FE, abundante combustible llamado PACIENCIA, pero sobre
todo un experto conductor que eres TU.
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