Hay
personajes que dada la claridad de su pensamiento, su
vasta cultura, su valor civil y su profundo amor por
su tierra, que se constituyen en conciencia y guía
de sus comunidades cuando se trata de proponer y defender
los intereses que justamente le corresponden a los pueblos.
El Dr. Eduardo Baeza García, ilustre calkiniense,
es un hombre que pertenece a ese selecto grupo de ciudadanos.
Veamos algunas facetas de su personalidad que corroboran
lo antes dicho:
Fue presidente municipal de Calkiní en el trienio
1956-1958.
Allá por el año de 1957 cuando la empresa
Ferrocarriles Unidos de Yucatán dejó de
prestar el servicio ferroviario Mérida-Campeche,
y los Ferrocarriles del Sureste serían los encargados
de proporcionar el nuevo servicio, con trenes de la
denominada vía ancha, pretendían que la
línea ferroviaria continuara pasando por la calle
22, como lo hacía el ferrocarril anterior.
Con
su valiente pluma, el Dr. Eduardo Baeza contribuyó
a la defensa de los intereses ciudadanos a través
de artículos periodísticos en el prestigiado
DIARIO DE YUCATÁN, de aquella época. Sus
argumentos juntamente con la de otros calkinienses influyeron
poderosamente para que Calkiní fuera la única
comunidad del Camino Real del estado de Campeche, donde
hubo de reubicarse la línea del ferrocarril.
Fue uno de los primeros gestores ante el gobierno y
el Congreso del Estado de Campeche, para que los territorios
de la costa del Golfo de México que pertenecían
al municipio de Campeche, fueron cedidos a los municipios
de Tenabo, Hecelchakán y Calkiní; dándoles
de esta manera una salida al mar.
Fue también uno de los grandes promotores para
que se construyera el camino y la posterior carretera
hacia Isla Arena.
En noviembre de 1977, obtuvo el primer lugar, en la
modalidad de prosa, en los primeros juegos Florales
de Calkiní.
El
Dr. Baeza García nació en Calkiní
el 10 de Marzo de 1904. Sus padres fueron el Dr. Pedro
Baeza Romero y la Sra. Margarita García Fernández.
Sus primeros estudios los llevó a cabo en su
lugar natal. Continuó su formación en
la ciudad de Mérida, Yucatán, donde concluyó
su educación primaria y efectuó los estudios
equivalentes a la preparatoria. Se trasladó a
la capital de la Republica, y en la Universidad Autónoma
de México estudió la carrera de medicina
de la cual se tituló en 1939.
Contrajo
matrimonio con la Srta. René Berzunza Reyes y
tuvieron cuatro hijos: Eduardo(+), Fernando, Ana Rosa
y Carmen René.
Además
del ejercicio de la medicina dedicó muchos años
de su vida a la docencia. Desde el año de 1954
colaboró como maestro de Biología en la
Escuela Secundaria Estatal por cooperación, y
posteriormente en el Colegio Superior de Calkiní.
Fue también maestro de la citada materia en la
Escuela Tecnológica Industrial No. 86 (la que
se transformó en EST # 3). Fue director de la
Escuela Preparatoria José María Morelos
y Pavón de esta ciudad. A fines de la década
de 1950, juntamente con el Sr. Gonzalo Sobrino Santillán,
ofrecían de manera gratuita clases del idioma
francés a jóvenes y estudiantes de la
localidad.
Su
vasta cultura y el gran conocimiento que tenía
de los clásicos griegos y latinos, se reflejaba
en su bella prosa escrita y en los elocuentes discursos
que en muchas ocasiones pronunció.
Como
en alguna vez lo expresó, estaba convencido de
que este orden que se ve a través de las leyes
que rigen el universo no podía ser producto del
azar, sino que una mano divina tenía que estar
detrás de todo ello.
Entregó
su alma al creador el día 14 de abril del año
2000, dejando un hondo pesar y un marcado vacío
en la cultura local.
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