El corazón de Ah' Canul - 53
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Kinlakam
Carlos F. Suárez Arcila
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Una vez que los europeos, en 1521, hubieran logrado con las armas la conquista de los aztecas procedieron a efectuar una conquista más sutil: la de las conciencias. Esta la obtuvieron con el trabajo de los frailes evangelizadores.

Algo semejante aconteció en la Capitanía General de Yucatán, cuya conquista armada estuvo a cargo de los Montejo (El Adelantado, el Mozo y el Sobrino), durante aproximadamente los años 1540 a 1546.

En lo que fuera la provincia Ah Canul, como ha de haber sido en otras regiones, una estrategia utilizada, dado el escaso número de frailes, fue la concentración en Calkiní, de gente de las comunidades circunvecinas. Así vemos que, según los investigadores, en 1560, fueron traídos a la cabecera del antiguo cacicazgo pobladores de nueve comunidades: Halachó, Kinlacam, Kucab, Mopilá, Nunkiní, Panbilchén, Sacalum, Sihó y Tepakán. Hemos de entender que estos movimientos poblacionales no han de haber sido del agrado de personas que llevaban tiempo arraigadas en sus respectivas comunidades y allí tenían sus intereses: casa, parcela, etc., y, por otra parte, cabe preguntarnos, dónde los iban a ubicar, qué tierras iban a trabajar, cuál sería la reacción de los vecinos del lugar, etc., pero lo cierto es que esta concentración se llevó a cabo.

Pasado el tiempo muchos de los concentrados regresaron a sus lugares de origen, y otros -tal vez los menos- optaron por permanecer en los sitios que les habían sido asignados y dieron origen a algunos de los barrios: Nunkiní, Kucab, Kinlakan.

Me llama el caso del pueblo Kinlacán, cuya ubicación en el mapa de la provincia Ah Canul se ubica al occidente de Dzitbalché, donde actualmente existen dos poblados cuyos nombres, Santa Cruz y Concepción, rompen con la regla de poseer nombres mayas en el rumbo, lo que da a entender que alguno de esos dos poblados bien pudo haber sido el antiguo Kinlacam.