El Corazón de Ah' Canul - 69
Inicio
Situación cultural y educativa en Calkiní
Estela Hernández Sandoval
Portada - 69
 

La ciudad de Calkiní como todo el Estado, la nación y el mundo, se ha visto afectada por el COVID 19; las autoridades municipales, estatales y nacionales, en un esfuerzo desesperado tendiente a minimizar los efectos letales de esta pandemia, paralizaron diversos sectores.

Las escuelas cerraron sus puertas, y alumnos y maestros se confinaron en sus hogares, con el compromiso de unos y otros de mantener las actividades tendientes a seguir desarrollando los programas educativos e ir aprendiendo a distancia utilizando para ello whatsapp, facebook, libros de texto, y fichas didácticas, entre otros.

El celular, prohibido y satanizado en las escuelas, como siglos atrás lo fueran las imprentas, pasó a ser recurso esencial en el contacto maestro-alumno-padres de familia; en cuanto a la televisión, la Secretaría de Educación Pública (SEP), incorporó a cuatro televisoras para transmitir las 24 horas del día la programación de Aprende en Casa II, con cobertura nacional para que todos los estudiantes de educación obligatoria (inicial, preescolar, primaria, secundaria y media superior), obtengan los aprendizajes programáticos y concede a estos valor curricular y validez oficial.

Grandes esfuerzos han sido desplegados por todo el sector educativo, ejemplifico, en las escuelas secundarias de la Zona 001, del estado de Campeche, que comprende los centros escolares ubicados en Tenabo, Pomuch, Hecelchakán, Dzitbalché, Sahcabchén, Calkiní (con dos planteles), Nunkiní, Tankuché y Bécal, fueron entregados los libros enviados por la SEP y correspondientes a las asignaturas denominadas de formación académica, sabedores que son,  al menos en la zona escolar, el principal sostén de la educación a distancia.

Los maestros, todos, unos con más competencias que otros, se han sumado a este esfuerzo y con el compromiso de que son capaces, han elaborado fichas didácticas como guías de aprendizaje, principalmente para los que carecen de conectividad y su distribución la hacen a través de las papelerías, encargadas de fotocopiarlas e imprimirlas y a donde acuden los padres de familia a recogerlas, previo pago. Según el contexto socioeconómico de la escuela, en algunas de ellas, sus costos son absorbidos por la propia institución y sus maestros.

Los docentes, como una prueba más de su compromiso comenzaron a incursionar en la utilización de recursos tecnológicos, así abordan Google for education y a manejar la paquetería de G Suite, principalmente Classroom, Formularios de Google, y algunas herramientas como el G mail, Calendario y el Meet de Google, llevando a cabo todas las actividades implicadas desde su propia casa, invadiendo su espacio privado.

Todo lo anteriormente expuesto es para hacer patente el grado de compromiso e involucramiento de todo el sector educativo, pero, primordialmente de los maestros y de cómo me resulta inconcebible que en una comunidad caracterizada por la prevalencia de profesores, donde se cuenta con cuatro centros formadores de docentes: Normal de Profesores, Normal de Educación Prescolar, Normal de Educación Física y Normal de Educación Especial se den eventos bochornosos que ponen en entredicho el título de “Atenas del Camino Real” que pomposamente se le da a la ciudad.

En Calkiní se han dado dos casos de connotación sexual inadecuada que han alcanzado difusión nacional. En el más reciente, se irrumpió grotescamente una reunión escolar virtual que se estaba llevado a cabo, desequilibrando y echando por la borda todo el trabajo realizado por estos profesores que se atreven a incursionar en campos nuevos, desplegando nacientes habilidades y que por lo tanto, no tienen la expertura necesaria sino que lo que les impulsa a actuar, a incursionar en estas  áreas tecnológicas es el deseo de hacer que se cumpla el mandato constitucional del derecho a la educación que tienen todos, pero, principalmente las nuevas generaciones de mexicanos .

¿Quiénes son los que tienen esa perversión social que les permite realizar tales actos?

Aparte de la denuncia del evento a la policía cibernética, ¿qué más podemos y debemos hacer los calkinienses?

No es justo que un pueblo con gran raigambre cultural se vea acotado por unos pelafustanes carentes de ética y moral.