Cada pueblo se distingue por sus tradiciones, fiestas populares y edificios que al paso de los años celosamente conservan sus habitantes. Así, encontramos comunidades campechanas con construcciones de otros siglos, dignas de admirar; paredes de antaño, silenciosas y expresivas ante la mirada de lugareños y foráneos.
La herencia de valiosos manuscritos mayas (Los Cantares de Dzitbalché, Códice de Calkiní y el Ritual de los Batabes), una época próspera de las haciendas y la creatividad de manos artesanas hacen de la tierra de Ah Canul, referente histórico y cultural para el viajero y/o interesado en los pueblos mayas del norte del estado de Campeche.
Te invito a abordar una vieja carreta para transitar por la ruta de las haciendas en el municipio de Calkiní, pasando por el poblado de Nunkiní con dirección hacia Isla Arena.
Santa Cruz Ex – Hacienda
Aproximadamente a 20 kilómetros, llegaremos a Santa Cruz Ex – Hacienda, cuenta con 1421 habitantes (INEGI, 2020); destaca por la elaboración de sombreros finos de jipi (palmácea cuya fibra permite el tejido de piezas artesanales de gran valor), bordados de huipiles, extracción de piedras especiales para tallado y elaboración de esculturas.
En este lugar, el visitante quedará sorprendido al arribar al copioso pastizal de la casa principal de la familia de Don Sixto García, propietario del casco de hacienda dedicada al cultivo de maíz y henequén en la época próspera del latifundio en México. Sobresale la inscripción del año 1895 en la punta de la chimenea, la arcada austera con unas columnas blancas, cuarto de máquinas y unas habitaciones que hoy día albergan el templo católico. El conjunto arquitectónico invita a una selfie con un fondo rojo espectacular.
Después del paseo por el centro de Santa Cruz Ex – Hacienda, visitar alguna cueva donde se teje el jipi o adquirir algún sombrero, continuaremos el recorrido por la carretera hacia Isla Arena, a unos 12 kilómetros aproximadamente llegaremos a Tankuché. |