Con
motivo del 75º Aniversario de la Titulación de Calkiní
como ciudad, fue develado el Mural "Calkiní",
del artista Sergio Cuevas Avilés. La obra consiste en
tres lienzos; éstos -como los reconoce su autor- fueron
retocados en el 2002; el segundo de ellos tuvo la misma atención
material en 1999.
En
paredes exteriores del Palacio Municipal de Calkiní,
el Gobernador del Estado, Ing. Jorge Salomón Azar García,
descorrió las cortinas de las pinturas, en la mañana
del martes 30 de noviembre, como se aprecia en la siguiente
fotografía, que corresponde al lienzo "Hacia el
ideal", al que se hicieron cambios, como la inclusión
de un rostro -en dibujo- del Dr. Eduardo Baeza.
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El
Ing. Salomón Azar saluda al Prof. Sergio Cuevas,
luego de develar los lienzos del mural "Calkiní".
Observan el Prof. Abelardo Mayor y el Lic. Hervé
Sánchez, entre otros. Foto: Archivo Municipal.
1993.
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Interpretación
de los lienzos
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El
hombre nació del maíz y transformó
la tierra; construyó templos de piedra y germinó
su semilla en los cuatro puntos cardinales: rojo, azul,
amarillo y verde; cuatro colores de la cosmogonía
maya resplandecieron en xamán, nohol, lakín
y chikín.
La
luna y el sol revistieron de luz la presencia de Ah-Canul
en los surcos, con ornamentos de la creación.
Sus armas: el pedernal y el cuchillo.
El
arte creció en el espíritu del Mayab:
el amate, el pincel y el caracol encendieron de color
y música los paisajes.
Los
dioses reinaron y retoñaron en una ceiba; las
raíces se extendieron en el horizonte.
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1.-
Raíces de Ah-Canul
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El
hombre de allende el mar trajo la cruz y la espada.
Subió escalinatas de piedra y se adueñó
de ritos y copales. Del invasor, blanco y barbudo, brotaron
la muerte y la resurrección.
La
sangre hispana se mezcló con las arterias del
nativo; y palpitó el corazón en los sonidos
del tunkul y la guitarra.
El
mestizaje fue fruto del encuentro entre la cascabel
y el silencio. De los rostros de Cal-k'ín y de
Castilla surgió un nuevo perfil.
La
evangelización fue el comienzo de otra historia;
la resistencia es aún símbolo del guerrero
maya.
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2.-
Fusión de culturas
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No
hay obstáculos, ni montañas de fuego que
detengan los ideales. El pensamiento del hombre resplandece
en el libro de la educación. En
su pretérito gozó de luces y sombras;
cosechó su propia carne en el maíz.
El
habitante de la época moderna se levanta contra
el mal, que es devorado por el águila, símbolo
de mexicanidad. Hoy
alzará sus ojos hacia al futuro; tomará
sus alegrías y temores, sus brazos serán
más fuertes.
En
Isla Arena o Nunkiní; en Dzitbalché o
Bécal; en Calkiní... el aprendizaje será
eterno. Su
presente es grande: sigue leyendo su nombre en el firmamento.
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3.-
Hacia el ideal
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Textos
y fotos: Santiago Canto Sosa
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