*Arturo
Jiménez, reportero de la Sección de Cultura
de La
Jornada.
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Jorge
Miguel Cocom Pech, tercero de Izq. a Der., en compañía
de participantes del Festival Internacionl
de Poesía, en Rumania |
El
escritor maya mexicano Jorge Miguel Cocom Pech recibió el
Gran Premio Internacional de Poesía 2005, el cual
se entrega en la ciudad rumana de Curtea de Arges durante
el Festival Internacional de Poesía Noches Poéticas.
Luego
de regresar de aquel país de Europa del este,
Cocom Pech comenta en entrevista que dicho premio lo comparte
con los escritores en lenguas indígenas de México,
pues desde hace más de dos décadas realizan
un esfuerzo por salvaguardar la literature proveniente
de los idiomas originarios del país.
Cocom
Pech, autor de la obra narrativa y ritual Los secretos
del abuelo, Presidente de la asociación civil Escritores
en Lenguas Indígenas y quien resultó ganador
luego de dejar en el camino a los poetas Nguien Ti-Trung,
de Vietnam, y Musa Hawamdeh, de Jordania, agrega:
"El premio es una muestra del profesionalismo con
que actualmente se están escribiendo y revalorando
las letras y las culturas de nuestros pueblos indígenas,
a pesar de la amenaza cultural uniformadora a que estamos
sometidos por el proceso globalizador."
El
premio del jurado, integrado por los escritores rumanos
Dumitru Ion, Carolina Ilica y Aurel Rau, convocados por
la Academia Internacional Oriente-Occidente de Rumania,
consiste en un trofeo y un diploma de honor y se entrega
a quienes contribuyan al enriquecimiento de las letras
mediante la poesía.
La
novena edición del festival, celebrada en julio
pasado, reunió a poetas de todo el mundo y otorga
cada año seis premios entre los participantes, uno
de los cuales recibió el escritor mexicano.
El
premio al mejor poeta de Europa fue para Petra Nagenkoegel,
de Austria; el del mejor poeta de los países balcánicos,
para Mehmet Atilla Maras, de Turquía; el del mejor
artista, para Bladimir Pesantez, de Ecuador, y Vasile Tariteanu,
de Ucrania.
Otros
premiados fueron Constantin Ciopraga, mejor poeta de
Rumania; Aurelia Rusu, Romanita Rusu y Valeriu Rusu recibieron
el premio Walachia, para a traductores, por llevar a
la lengua francesa obras poéticas de los
rumanos Budai, Deleanu y Eminescu.
Cocom
Pech, quintanarroense de origen campechano que allá leyó poemas
en maya peninsular, dice que lo sorprendió la designación
del jurado.
El
escritor participó con poemas de su libro inédito “El
Chilam Balam de Calkiní” ·,
por el que en 1997 recibió una beca del Fonca
y en 2004 lo pudo concluir con otra beca del Centro
Internacional de Traducción Literaria de Banff,
Canadá.
Durante
el festival, los textos leídos en maya
por Cocom Pech fueron traducidos al inglés por Liliana
Andrade Llanas y María Fernanda Balboa Alvarez.
Esta última, además, los tradujo y leyó al
francés e italiano.
Las
traducciones de Balboa Alvarez, estudiante de secundaria
del Centro Escolar Balam, de Cancún, fueron bien
recibidas en Rumania ya que habló en maya y vistió el
traje de la mujeres indígenas de la península
de Yucatán.
El
poema con el que Jorge Cocom Pech ganó se llama “El
niño maestro” y dice así: "¡Señor! No
necesitas ser adulto para enseñar.
Oculto
en la sutil sonrisa de mi alumno, estás
tú.
Si algo me aflije,
si
mi corazón recibe la visita de los abrojos,
él,
provisto
de tu sabiduría,
atrapa mis cuitas con el aleteo de sus preguntas.
Y se las lleva al patio de los juegos,
y
ahí,
recluidas
en el vientre de un viejo balón,
de pie en pie,
de pase en pase,
hecha
trizas por el griterío y la ovación
convulsa,
mis cuitas
sucumben
aprisionadas en las redes de la portería.
¡Señor!
No
necesitas ser adulto para enseñar.
Oculto
en la sutil sonrisa de mi alumno, estás
tú."
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