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Es
una de las tradiciones de más arraigo en esta comunidad;
se dedica el último día de octubre y los dos
primeros de noviembre para honrar a los Fieles Difuntos.
Desde
mucho tiempo antes, las familias se preparan para hacer
los gastos de esta celebración. El 31 de octubre
se recuerda a los niños fallecidos, poniéndoles
en una mesa, dulces juguetes, frutas y todo aquello que
les gustaba cuando estaban vivos.
El
1º de noviembre, dedicado a los adultos fallecidos,
se confeccionan mucbilpollos, en lo cual intervienen hombres
y mujeres; los varones escarban el hoyo, estiban la leña
y las piedras, que luego prenden, y entierran los "pibes".
A la hora y cuarto, aproximadamente, los sacan, y éstos
despiden un olor agradable al olfato. Los "pibes"
son elaborados por las mujeres; por lo general, los hacen
de carne de cerdo y de gallina.
El
proceso que se sigue es: Poner a cocer el maíz, molerlo,
amasarlo con mucha manteca y después preparar una
especie de molde, donde se verterá el "col",
ya cocido, con su punto de recado colorado, sal y chiles.
Mientras
se hace el trajín, las gentes grandes toman sus jaiboles
o cervezas.
La
ofrenda de los "pibes" es para la mesa, adornada
para la ocasión. En ella se ponen retratos de difuntos,
a quienes se les reza. Después de la ceremonia, los
asistentes al rezo pueden comer los "pibes".
El
2 de noviembre es el tradicional "paseo al cementerio",
a donde se llevan flores, se hacen rosarios y se recuerda
con cariño a los familiares que se adelantaron en
el viaje eterno.
Fuente:
Talavera Sosa, José Rafael. "Ensayo Monográfico
de la ciudad de Dzitbalché". Edición
del H. Ayuntamiento de Calkiní, Campeche. 2002. 88
pp. |
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