Por
Jorge Jesús Tun Chuc
“Muchos
hombres no se equivocan jamás porque no se proponen nada
trascendente”
Johan
Wolfang Von Goethe
Desde
que el legendario pitcher Brigido Cen trajo el béisbol
a Dzitbalché en noviembre de 1903, el rey de los deportes
ha formado en varias familias verdaderas dinastías de peloteros,
pasando de generación en generación. Uno de los
ejemplos vivos es Francisco “Panchito” Rodríguez,
el serpentinero zurdo más grandioso que ha dado nuestra
ciudad. Para él, el béisbol es un legado valioso
que ha transmitido a sus cuatro hijos: Francisco, Erick, Gabriel
y Miguel, curiosamente todos ellos lanzadores. Ante casos como
éste, surgen obligadamente preguntas inquietantes: ¿Es
el béisbol sólo una herencia cultural? ¿Es
acaso un asunto que concierne a la genética? ¿O
es, tal vez, una feliz combinación de ambas cosas? Responder
a ellas no es cosa fácil, lo que sí es cierto es
que el béisbol tiene algo de magia y encanto.
Se
empezó a hablar fuerte de “Panchito” Rodríguez
allá por 1960, año memorable en que el yanqui Roger
Maris disparó 61 jonrones con los que rompió el
récord de 60 cuadrangulares bateados en una temporada por
Baby Ruth; 27 años atrás. Los jóvenes de
ese entonces bailaban entusiasmados al ritmo frenético
del rocand-roll. ¡Aah! Bella y nostálgica época,
tiempos de juventud romántica y soñadora.
En
ese año, el zurdo de oro se perfilaba como una verdadera
promesa del pitcheo, de acuerdo al juicio de viejos conocedores
del béisbol. No se equivocaron, el tiempo les dio la razón.
“Panchito”
Rodríguez se sintió atraído totalmente por
el béisbol a partir del día en que se integró
a la novena Estrellas Escolares, cuando tenía 12 años
de edad y cursaba el tercer grado de primaria; estudios que después
no pudo continuar por motivos familiares. Ante su nueva circunstancia,
alternaba el trabajo campirano con los torneos de pelota. En
sus ratos de ocio practicaba intensamente el deporte que le daba
sentido a su mundo de adolescente.
1955
significó un año clave en su constante progreso
que lo llevó al pináculo de la fama en la región
peninsular. Por primera vez jugaría fuera de su tierra
natal al ser invitado por el club Cooperativa Chenes de Campeche,
equipo en que la edad de sus miembros fluctuaba entre los 15 y
16 años. Para “Panchito” Rodríguez fue
una experiencia gratificante de la que obtuvo buenos dividendos.
A partir de 1957 entró de lleno al equipo grande de Dzitbalché,
integrado en ese tiempo por veteranos, pero enjundiosos jugadores.
El sensacional zurdo iba madurando rápidamente, se echaba
de ver que pronto estaría listo para vuelos más
altos.
Al
cumplir los 20 años su fama ya trascendía los límites
de nuestro Estado. En 1960 reforzó brevemente al equipo
de El Triunfo, con el que lanzó cuatro juegos, de los cuales
ganó dos cerrados duelos de pitcheo. De esa manera sorteó
su primera prueba de fuego en la pelota de calidad, como la Liga
Tabasqueña. Lo acompañaron en esa aventura deportiva
José Gaspar “Sixte” Pech, excelente receptor
local y Samuel “Chino” Uc, relampagueante camarero,
hijo distinguido y orgullo de Bécal.
A
su regreso al terruño acudió al llamado del Círculo
Juvenil, convirtiéndose en estrella del equipo de casa.
Entre los jóvenes peloteros del patio sobresalió
otro serpentinero contemporáneo de Panchito Rodríguez,
se trata de José “Pepe” González, lanzador
diestro, también salido de las filas del Club de Estrellas
Escolares, formado y dirigido atinadamente durante varios años
por el Profr. Andrés Mijangos Uribia, reconocido docente
calkiniense de quien sus pupilos y mucha gente de Dzitbalché
guarda gratos recuerdos. La fama de “Pepe” González
pronto llegó hasta la entonces Villa de Escárcega;
actual ciudad sureña de Campeche. Ni lentos, ni perezosos,
los directivos de la novena Ferrocarrileros de Escárcega
contrataron sus servicios. Este fino y veloz pitcher jugó
maravillosamente cuatro años con el equipo del convoy,
de 1959 al 1963. Pero la vida es un albur, como reza sabiamente
el dicho “El hombre propone y Dios dispone”. Una importuna
enfermedad lo retiró prematuramente de los diamantes de
manera definitiva. Nunca jugó con el Circulo Juvenil, como
tampoco lanzó contra el equipo de casa durante el tiempo
que estuvo con Escárcega. La sucesión de los eventos
señalados, esfumaron las esperanzas de Dzitbalché
de tenerlo en sus filas.
Con
un poco más de suerte, Francisco “Panchito”
Rodríguez, Alfonso “Fonchi” Perera y José
“Pepe” González hubieran estructurado el trío
invencible perfecto del equipo local. Sin embargo, pasara lo que
pasara, el espectáculo tenía que continuar.
La
época de mayor apogeo de “Panchito” Rodríguez
se ubica entre 1960 y 1974. Catorce largos años de mantenerse
en la cumbre deportiva, de los cuales diez los vivió con
el club dzitbalchense, en su mayor parte. Por cierto el equipo
del patio era una novena de aguerridos muchachos que peleaban
la victoria hasta el último out. Con ellos el zurdo obtuvo
más de 400 victorias, pues los encuentros se realizaban
cada domingo, ya sea en casa o fuera, y él era uno de los
abridores estelares más frecuentes. Por motivos hasta ahora
no muy claros, en aquellos años nadie registraba estadísticamente
el desempeño de los beisbolistas. Existen escasos datos
escritos y poquísima información periodística
de la época al respecto que ha sobrevivido hasta nuestros
días. Muchos de los datos se basan en recuerdos de los
mismos protagonistas y algunos aficionados de antaño, reminiscencias
ya algo empolvadas por el paso implacable de Cronos.
Un
hecho que a mucha gente le resulta difícil de creer, es
que durante la década que se prolongó la gloria
deportiva de “Panchito” Rodríguez con el Círculo
Juvenil, el club local nunca participó en liga alguna.
Todos sus triunfos y algunos tropiezos fueron en juegos de exhibición.
A pesar de ello, el zurdo maravilla tiene un lugar asegurado en
la biografía historial del béisbol peninsular.
Conjuntaba
magisterialmente su amplio repertorio con su envidiable control,
aún en situaciones críticas. “Panchito”
dominaba la curva de adentro, de afuera, la que cae repentinamente,
el cambio de velocidad y la recta de humo. Con esas armas se enfrentó
a respetados serpentineros, pero en la mayoría de las veces
salió avante. Se mencionan algunos como botón de
muestra: Juan Burgos, "Seyé" Gamboa, Juan Castillo,
Rufino Díaz, Venustiano Carranza, Román Miranda,
entre otros. Los campos llaneros de la antigua plaza principal
y Miraflores mejor conocido como “el terreno” son
escenarios en los que Rodríguez protagonizó juegos
de antología contra afamados trabucos, tales como: Barrio
de Santa Ana, Campeche; Selección Campeche, Sección
91 de La Joya, maiceros de Bolonchén, Ferrocarrileros de
Escárcega, Gallitos de Hocobá, Ángeles de
Mocochá, Industriales de Mérida, Condimentos La
Anita, Dzilán Bravo, Halachó, Jicameros de Maxcanú,
y otros más.
Poco
le importaba a la gente el candente sol, la lluvia y y otras incomodidades;
el público acudía a presenciar los partidos de pelota
que eran luchas de poder a poder, con jugadas de alarido no aptas
para cardíacos. Los aficionados disfrutaban plenamente
el clásico domingo de béisbol con sabor pueblerino.
Concluido el encuentro, en el ambiente se dejaba sentir el eterno
contraste del deporte: La algarabía del triunfo y el acíbar
de la derrota.
Dos
de las victorias más revelantes de "Panchito"
Rodríguez defendiendo la franela del añorado Círculo
Juvenil, las realizó el 15 y 16 de abril de 1964, durante
el Torneo Cuadrangular de Béisbol, como parte de los festejos
del 34º Aniversario de la fundación de la Escuela
Normal de Hecelchakán.
El
primer partido se realizó en contra de la Normal Rural
de San Diego Tekax, Yuc. Román Miranda abrió por
Dzitbalché, pero explotó cuando el partido todavía
era joven; el mánager Rafael Talavera envió a Rodríguez
al montículo para contener a los yucatecos, cosa que hizo
muy bien, pues el marcador final fue de 17x7 a favor del Círculo
Juvenil. Al día siguiente, los de la tierra de los Batabes
tenían enfrente a un viejo conocido y peligroso rival:
La Sección 91 de La Joya. El mánager Talavera no
tenía mucho de donde escoger en ese momento, no le quedaba
más remedio que echar mano de su mejor carta para iniciar
el partido. Nuevamente "Panchito" Rodriguez escaló
la loma para defender la causa e su equipo, dos salidas en dos
días consecutivos; algo pocas veces visito en un pitcher.
Contemporáneo
ataque de sus compañeros apoyaron el trabajo del zurdo
al anotar nueve carreras en la primera entrada, para ponerse adelante
en el marcador; ventaja que siempre conservaron. Otra vez, por
segundo día consecutivo, brilló "Panchito"
Rodríguez, cuyos indescifrables envíos al plato
resultaron letales para los cañoneros azucareros, como
lo eran Gustavo Pavón, "Chel" España,
Kellman y los hermanos Cabrera. Cubriendo toda la ruta, el as
de las curvas condujo a Dzitbalchè al triunfo (10x7). El
Cíírculo Juvenil resultó el campeón
de este torneo de béisbol. Como merecido premio, los muchachos
del club recibieron el trofeo que fue donado por el entonces gobernador
del Estado, Cnel. José Ortiz Ávila.
Por
otro lado, es justo reconocer que "Panchito" siempre
tuvo el respaldo del bateo oportuno de sus compañeros,
como el inolvidable Jorge "Yuma" Turriza(+), excelente
receptor titular y bateador espectacular, José "Tarzán"
Gómez, el otro, Supermán de los cuadrangulares y
gran primera base, Carlos "Calín" Vera el más
versátil jugador del Círculo Juvenil, pues se desempeñaba
magníficamente en cualquier posición; además
que era un buen bateador, pues desforraba la pelota cuando el
momento más lo requería, Téofilo "Lito"
Cuevas, el pequeño gigante de las paradas cortas y seguro
chocador de pelota, Felipe "Pilín" González
el gran refuerzo calkiniense, cubría magistralmente la
tercera base y le pegaba con ganas a la pelota. La segunda almohadilla
la cubría con vistosa elegancia y seguridad Samuel "Chino"
Uc. Seguramente el mejor pelotero que ha dado Bécal; todo
un gran caballero dentro y fuera del diamante. Por último
los grandes jardineros Manuel "Chico" Mata, el rey de
los dobletes, Ramón "Yuu'ch" Martín y
Emilio “Cólico” Sosa, ambos bateadores de largo
alcance. Formaban un conjunto de muchachos que en el terreno de
juego por conseguirla. Eran los tiempos dorados del béisbol,
cuando se jugaba por amor al arte; cuando el arrojo, la habilidad
y el entusiasmo iban por delante antes que el dinero. Actitud
que ahora sólo es un sueño.
Volviendo
con nuestro personaje de hoy, "Panchito" Rodríguez
se dio cuenta que su bien ganado prestigio, pronto lo convirtió
en un deportista itinerante, pues muchos equipos campechanos y
yucatecos solicitaban e incluso se disputaban sus servicios.
Estando
vigente su militancia oficial con el equipo de casa, participó
con varios equipos yucatecos con los que lanzó juegos cruciales
de play-off y de campeonato de Liga. Así lo hizo en 1963,
año en que defendió la franela de Pisté,
Yuc., colgándole nueve ceros a Dzitás.
En
1965, la capital de nuestro Estado participaba en la Liga del
Sureste de Béisbol, con su representativo Piratas de Campeche.
Los directivos y cuerpo técnico de ese club, invitaron
al sensacional zurdo a enrolarse con ellos, pero otra vez por
cuestiones ajenas a su voluntad, dejó pasar esa oportunidad
de oro, pues era la antesala para llegar al máximo circuito
de verano. Los equipos que formaban esta liga eran: Millonarios
de Puerto México (Coatzacoalcos), Rojos de las Chiapas,
Plataneros de Tabasco, Camaroneros del Carmen, Piratas de Campeche
y Venados de Yucatán.
En
el año de 1966 el equipo de Cacalchén lo invitó
para enfundarse el uniforme de esa novena yucateca, en la que
participaban los mejores peloteros yucatecos. En su primera temporada,
se coronaron campeones al derrotar a Ticul en un juego inolvidable.
En la temporada de 1967 conquistaron nuevamente el campeonato
de la Liga de la Costa. Esta vez derrotaron en un final de alarido
al poderoso equipo de Temax, en el Parque Carta Clara de la ciudad
de Mérida. Concluido el juego, los aficionados que eran
muchos cientos, compensaron con creces la labor de "Panchito"
Rodríguez. La gente le regaló numerosos billetes
de varias denominaciones.
El
mismo lo expresa así: -Logré juntar la cantidad
de $35,000.00, un monto muy grande para esa época -dice
"Panchito", al mismo tiempo que su rostro se ilumina
al recordar esos momentos–. No me quedé al festejo
del triunfo, me dirigí a la estación de ferrocarril
y abordé el tren para regresar a Dzitbalché. Luego
-agrega- ese dinero me sirvió para costear mi boda con
la señorita Teresa Sosa Heredia, mi actual esposa. Sin
duda "Panchito" tiene bellos y gratos recuerdos del
rey de los deportes.
Después
de dos magnificas temporadas con Cacalchén siguió
su recorrido y estancia con otros clubes, como sucedió
en 1968, cuando escaló la loma para defender los colores
del equipo Policía de Mérida; en la serie final
de campeonato pactada a siete juegos, "Panchito" ganó
cuatro juegos y condujo a los azules a la conquista del banderín.
En
su prolongado recorrido por gran parte de la geografia campechana
y yucateca, aceptó el contrato para defender la trinchera
de la Constructora Ego del puerto de Progreso. Era el año
de 1974. Al principio, los equipos contrarios se negaron a jugar
al ver a Rodríguez en la loma de los disparos, por razones
obvias. Entonces el manager progreseño lo utilizó
como jardinero izquierdo. Empezó la temporada como séptimo
al bate y terminó como cuarto en el orden, lo cual era
prueba que también era hábil con la majagua.
En
un juego de exhibición que sostuvo su equipo, la Constructora
Ego contra Estrellas de Izamal, "Panchito" recuerda
que en la novena entrada ganaba el juego 5x0, con dos autes, cuanta
completa, Mario Park hermano del legendario Crescencio Park, le
pegó jonrón, robándole de ese modo la blanqueada
y poner el marcador final en 5x1. Cosas y casos del béisbol.
También
reforzó a Calkini en un compromiso contra Maiceros de Bolonchén
que tenían como puntales nada menos que al famoso trío
de peloteros oxcutcabenses, los hermanos Juan, Carlos y Antonio
Burgos, y al cubano Gregorio Acea; y ¿quién dijo
miedo? "Panchito" Rodríguez sacó a relucir
su calidad y casta, ganándole sensacional duelo de pitcheo
a Juan Burgos, con score de 5x2.
A
partir de 1974, hasta 1976, alternó las serpentinas con
el couch de pitcheo de la Liga de Veteranos de Campeche, Liga
del Camino Real, Liga Instruccional y Liga Municipal. Ya cerca
del adiós "Panchito" Rodríguez vivió
una de sus experiencias mas gratificantes el 15 de septiembre
de 1996. En juego de exhibición entre Tenabo y un combinado
local, el zurdo reverdeció sus laureles y ganó el
juego 5x2; simultáneamente sus hijos Erick, Gabriel y Miguel
-también pitchers- hacían lo suyo defendiendo al
Volante de Mérida, Cardenales de Bécal y Bokobá,
Yucatán, respectivamente. Algo propio para Ripley, aunque
usted no lo crea.
Sin
embargo, como todo en la vida, lo que empieza termina, Francisco
"Panchito" Rodríguez se despidió de los
diamantes como pelotero activo; el 20 de noviembre de 1996, en
un juego–homenaje, organizado por los Sres. José
Luis Peña Escalante, José Rafael Talavera y otros
amantes del béisbol que valoran en toda su dimensión,
la obra de este destacado deportista. Actualmente, a sus 63 años
de edad, es un hombre feliz al lado de su familia. Francisco,
su hijo mayor reside en el estado de Chiapas, lugar donde juega
béisbol los fines de semana, también como pitcher.
"Panchito"
Rodríguez nunca se alejará en vida de los diamantes.
Desde hace varios años es trabajador municipal del Ayuntamiento
local y se encarga de darle mantenimiento al estadio de béisbol
“Amílcar Escalante Patrón”; por algún
tiempo más seguirá unido al deporte de su vida.
En sus pausas de trabajo, cuando el sol descarga su poder abrasador,
"Panchito" Rodríguez se toma un descanso mientras
disfruta un cigarrillo; parece recordar sus viejas batallas que
se hacen presentes como intrusos en el tiempo. Todavía
escucha el emocionado bullicio de los aficionados que presenciaron
y vitorearon sus hazañas deportivas.
"Panchito"
Rodríguez es un hombre que vive para el béisbol
y en su momento escribió una pagina de oro en la historia
del béisbol en Dzitbalché. Interesante ¿verdad?
Dejamos al lector la última palabra.
Referencias
y créditos
Diario de Yucatán, marzo de 1969
Archivo particular del sr. Ermilo Pérez +
Profr. Rafael Talavera Sosa
Sr. José González
Sr. Francisco Rodríguez Pérez
Fuente:
Texto y foto, proporcionados por Jorge Tun Chuc; octubre de 2005.