Después
mencionó que: "Resumo el contenido del libro con
la siguiente comparación: Imagino una construcción
material hecha de piedra, que de pronto recibe la impetuosidad
de una fuerte corriente de agua sobre ella.
De
ese impacto pueden resultar varias cosas; sin embargo, selecciono
dos:
1.
Que la corriente de agua arrase la construcción de piedra;
las riegue, y si éstas no son consistentes las desintegrará
y las convertirá en polvo que se diluirá en el
líquido y no quedará huella visible de aquella
edificación.
2.
Que la construcción de piedra, a pesar de la fuerte corriente,
por su sólida cimentación, pueda mantenerse en
su lugar, y aunque remojada, logre resistir y allí estar
las dos –agua y construcción- compartiendo el mismo
espacio.
Lo
enunciado en el primer punto es una metáfora de lo que
sucedió con muchas culturas prehispánicas ante
la fuerza del conquistador.
En
Nunkiní se habla el idioma español, pero persiste
como lengua espontánea el maya. Hay gente que viste a
la usanza occidental pero un gran porcentaje de ciudadanos conserva
el traje maya actual. El 99.9% de la población es católica,
pero los productores agropecuarios, y con ellos sus familias,
continúan practicando los rituales ancestrales para agradecer
a los dioses de la naturaleza. Hay sacerdote católico
para el culto religioso y para los rituales de las actividades
agropecuarias está el jmeen". (Discurso completo de Carlos Suárez Arcila
en la revista "Génali" No. 89).
Por
su parte, Cessia disertó en maya y se apoyó en
un proyector de diapositivas (en español), con las que
ilustró rasgos de su trabajo, y en las que destacó
señalamientos de Humberto Ruz.
Por
último, varios asistentes al evento (que finalizó
a las 10:40 p.m.) vertieron comentarios positivos. |