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(1 de junio de 2010)
Columna de Teresita (2010)

Cruzada contra la obesidad infantil

 

Desde hace algunos meses, el tema del sobrepeso y obesidad infantil, son asunto generalizado de la opinión pública en el país; a nivel de Secretarías de estado, un problema, para los legisladores, tópico de discusión y controversia; en tanto para las autoridades educativas y maestros, una problemática compleja por atender. Cualquiera que sea el ámbito social para abordar su análisis, lo lamentable es que la población infantil mexicana con esas características, posiciona al país en primer lugar, nada positivo para la calidad de vida de las generaciones del presente y un enorme foco de alarma para implementar un programa emergente de prevención y atención a tal situación.

El estado físico y de salud de los infantes,refleja una realidad que no puede ocultarse, las causas son diversas: en el hogar, el predominio de malos hábitos alimenticios, sedentarismo, inactividad física, exceso de alimentos con altos índices de azúcar y grasas; prácticas de crianza familiares que fomentan el abandono, descuido en la alimentación, poco tiempo de los padres para cuidar y vigilar el consumo de alimentos sanos, muchas horas dedicadas a ver televisión, uso de la computadora, videojuegos, entre otros. Los cambios en el tipo de alimentación son resultado de la influencia de campañas publicitarias en los medios de comunicación, la proliferación de expendios de comida rápida, producción sin control sanitaria de refrescos embotellados y la venta de alimentos con grasas saturadas, son factores que han ocasionado un crecimiento acelerado de más casos de obesidad en niños y en adultos.

Ante tal situación, las autoridades correspondientes en materia de salud y educación, han coincidido en la gravedad del problema y en la necesidad de afrontarlo; las iniciativas y acuerdos establecidos al respecto, son apenas los primeros pasos. Al convertirse en un asunto de orden nacional, su atención es una prioridad. El éxito de los esfuerzos dependen en gran medida, de la aceptación del problema, la sensibilización de todos los agentes educativos (padres, madres, tutores, maestros, directores, supervisores, etc…) y las acciones en marcha., con la debida supervisión para promover el seguimiento de las estrategias. Recientemente, los secretarios de Educación y de salud, en presencia de los funcionarios de los estados, aprobaron el Anteproyecto de los Lineamientos generales para expendio y distribución de alimentos y bebidas en los establecimientos de consumo escolar, mismos que entrarán en vigor para el período escolar 2010-2011; su objetivo prevenir y revertir el sobrepeso y la obesidad infantil, así como, impulsar una cultura de hábitos saludables y una educación alimentaria. Este documento ha generado dudas, confusión y preocupación, tanto en los directivos escolares, vendedores ambulantes, fabricantes de gaseosas, golosinas… si usted amable lector, se interesa y desea saber más acerca de la información, consulte la página oficial de la Secretaría de Salud y de Educación; el texto expresa capítulo a capítulo, información detallada para todos los agentes escolares, por ejemplo, en el Capítulo II referente a la comunidad educativa, señala como derechos y obligaciones de los padres, madres o tutores, lo siguiente: “supervisar el tiempo que sus hijos pasan frente al televisor, computadora o juegos electrónicos y vigilar que mientras lo hagan no consuman alimentos, promover la activación física de los niños con actividades recreativas, proveer –en lo posible- un refrigerio a sus hijos que puedan llevar consigo a la escuela…”. En esta cruzada en pro de una niñez sin problemas de peso y de salud, es necesaria la participación corresponsable de padres, maestros, médicos, proveedores de alimentos, autoridades y de los propios niños.

Las medidas sugeridas en los lineamientos para el expendio y distribución de alimentos y bebidas, son algunas acciones urgentes que deben aplicarse en las cooperativas escolares, mismas que se fortalecerán en la medida que docentes impulsen una cultura de hábitos saludables, proporcionando información básica, promoviendo campañas de alimentación sana, periódicos murales y reforzando los mensajes con el ejemplo. En este proceso de sensibilización, también los adultos son destinatarios, pues, existen padres y docentes cuya alimentación es a base del consumo de alimentos con alto contenido de azúcares, sal y grasas.

La atención del sobrepeso y la obesidad infantil no es un juego político, es un problema de salud pública; las estadísticas, casos de diabetes y enfermedades derivadas, aumentan considerablemente, es tiempo de actuar con responsabilidad, la necesidad de un cambio cultural en las familias, en las escuelas y en la calidad de vida de la niñez.

La educación es el medio para la preservación saludable del cuerpo humano a través de hábitos adecuados de alimentación e higiene; mediante la promoción de la salud, la escuela y las prácticas de enseñanza de los educadores, harán el espacio propicio para crear actitudes, valores y hábitos de vida saludable que promuevan el bienestar físico, mental, afectivo y social; por ello, la necesidad de crear ambientes escolares saludables y promover intensamente la actividad física dentro y fuera del contexto escolar.

San Francisco de Campeche, Cam. 1 de junio de 2010.

 
 
Texto enviado por Teresita Durán Vela, el 1 de junio de 2010