El jueves 22 de mayo fue celebrado el Corpus Christi en la parroquia San Luis Obispo. En esta ocasión, la tradición se llevó al cabo después de una misa que el padre Néstor ofició a las seis de la tarde. Niños y adultos colocaron ofrendas frutales en la nave principal del templo. Asimismo, niños y adolescentes del Catecismo llevaron pétalos de flor de mayo y de otras flores de la temporada para tirar suavemente sobre el pavimento, en su paso por calles del primer cuadro de la ciudad. Los fieles salieron de la iglesia, mientras el padre Néstor trasladaba al Santísimo hacia un vehículo, donde se transportaría el Sacramento en el recorrido por los altares preparados por grupos y movimientos.

Las ofrendas fueron colocadas en los mismos sitios del año pasado. La procesión inició a las 17:25 hrs., siguiendo la ruta acostumbrada. La grey empezó su camino sobre la calle 17 hacia el poniente, donde la primera mesa fue situada a un costado de la lonchería "Marisol". Se continuó el paso por la 22, hacia el sur, y la multitud dobló por la 23, donde otro altar fue ubicado en la puerta del domicilio de la familia Rodríguez Sánchez.

La procesión fue hacia el este, buscando la calle 20. Antes de llegar a ésta, los filigreses se detuvieron en otro altar. Se prosiguió sobre la calle principal, por el norte, llegando a la esquina con la 17, cerca del Palacio Municipal. Junto a la entrada de la tienda conocida como "IASSA", hubo otra mesa.

Se continuó siempre al norte, encontrándose con la esquina de la calle 15, donde hubo otra ofrenda. Y en la misma calle, en la confluencia de la 22, se ubicó el último altar. De allí, los grupos se dirigieron hacia el sur, rumbo al callejón que lleva a la parroquia.

En cada ofrecimiento al Señor, el padre Néstor practicó el rito correspondiente, que fue acompañado por decenas de parroquianos. La ceremonia finalizó alrededor de las nueve de la noche.