En
fechas recientes Santa Cruz es el lugar en donde se elaboran
las bases para sillas mecedoras y las bases para la hamaca
jardinera y el columpio, que se complementan con el tejido
de hamaca.
Quizá
el uso más tradicional de la madera es en la elaboración de
juguetes, que no sólo cumplen con su objetivo de entretenimiento,
sino también fungen como un vínculo de contacto entre el niño
y su entorno cultural, social y natural. De tal manera que
el juguete indígena es un apoyo en la enseñanza y el fortalecimiento
de los patrones de identidad cultural. A través del juguete
tradicional se reproducen diversos aspectos de la cultura
local, principalmente aquéllos que fortalecen la cosmovisión
de respeto y correlación del niño con la naturaleza. Para
elaborarlos se utilizan elementos propios de la región, como
semillas, troncos, hojas, flores, cortezas, raíces y en algunos
casos la piel, extremidades y vísceras de ciertos animales.
Sobre estos últimos ejemplos se pueden mencionar el xtzoo,
una sonaja articulada elaborada con una de las extremidades
del pavo de monte o gallina para los recién nacidos. Además
de distraer al pequeño funciona de amuleto que protege al
niño de los malos vientos, según la tradición y creencia local.
Para los niños mayores se fabrica el uchimch’ich, o buche
de pavo, que se infla y se juega como pelota hasta que pierda
elasticidad y se reviente. Actualmente es común encontrar
el popular “ojo de venado”, una semilla silvestre que se perfora
para atravesarle un cordón con nueve nudos. Esta semilla,
al igual que el xtzoo, cumple con la función dual de entretener
y proteger al pequeño de las malas vibraciones.
Entre
la variedad de juguetes, cuya tradición cultural aún se conserva,
se pueden mencionar los siguientes: el atractivo y ruidoso
lanzador xtu’beh tzah, elaborado con trozos de madera perforada
con un orificio en el que se coloca una cáscara seca de plátano
y a través de presión lanza la cáscara como proyectil; el
tipri’xch, un juguete que mediante un golpe de presión al
bejuco lanza un trocito de madera empleado como cartucho;
el “Juan ché”, un muñeco de tronco de árbol para las niñas;
y el xt’in horoch, un aro pequeño que gira mediante un hilo
que se enrolla y desenrolla al ejercer presión y flexión.
|