En
esa hermosa esfera azul que flotando y girando en el espacio
infinito, y que hoy podemos apreciar gracias a los adelantos
científicos y tecnológicos, se encuentran
nuestras guerras, nuestros odios, nuestros problemas,
toda la grandeza y la miseria de sus gentes, todas las
razas, las religiones, la flora, la fauna, el arte, en
fin, todo lo creado y logrado por la naturaleza y el hombre.
Como dijera un autor, “Seis mil millones de almas
en convulsión constante”.
“La
naturaleza es sabia y no se equivoca”, pero el hombre,
aún siendo parte importante de ella, y creyéndose
superior a los animales, no ha hecho más que demostrar
su irraciocinio. El hombre con su infinita codicia y su
desmedido afán por dominar la naturaleza y a sus
propios semejantes, no ha hecho otra cosa que destruirla
paulatinamente. Sin embargo, en el devenir de los tiempos
podemos encontrar magníficos ejemplos de culturas
como la griega, la egipcia, la maya, entre otras, que
han hecho grandes aportaciones en la construcción
de una mejor vida para todos. Hombres y mujeres como Mahatma
Gandi, Juan Pablo II, Madre Teresa de Calcuta, Benito
Juárez García, que con su ejemplo y enseñanzas
han marcado el rumbo a seguir, en la búsqueda de
la paz y la armonía.
“Todas
las sociedades del mundo han luchado por superarse constantemente,
pues un pueblo sin cultura, es un pueblo destinado a padecer
y desaparecer”.
En
todas las regiones del mundo encontramos gente dispuesta
a enaltecer la vida del hombre. Tal es el caso de las
agrupaciones culturales de nuestro terruño. Agrupaciones
que nacieron en respuesta a la necesidad del propio hombre
de sentirse solo. Obligado por su propia naturaleza a
convivir con sus semejantes, crea y comparte el baile,
la danza, la poesía, la declamación, el
teatro, la música y el deporte, y en esta sana
convivencia, va construyendo alternativas de vida provechosa.
Muchos
intentos por permanecer en el tiempo y trascender con
la actividad. Pocas lo han logrado. Los tiempos modernos,
con sus vertiginosos cambios, nos obligan a innovar, a
“renovarse o morir”.
“Ahora
es tiempo que la sociedad moderna haga un alto en el camino
para analizar y reflexionar sobre lo que nos legaron las
generaciones que nos antecedieron, lo que nosotros hemos
construido, y lo que nos falta por hacer. No echemos por
la borda, todo el esfuerzo y el empeño de los que
nos antecedieron, es hora de hacer ese alto en el camino,
pues la historia nos juzgará, nuestros descendientes
nos lo agradecerán o reclamarán algún
día”. Este es el motivo que alienta el trabajo
de varios años de investigación del Profr.
Alonso Reyes Cuevas. Legado que nos deja a las futuras
generaciones en su libro “La Sociedad Cultural Aurora
de Calkiní”.
Alrededor
de los años cincuenta se empezaron a realizar formalmente
los “Miércoles culturales y deportivos”.
En una asamblea general se nombró una comisión
que se encargara de organizar y promover esta actividad.
Visitaban a las familias, de casa en casa, para invitarlas
a participar.
•
XX Aniversario (p. 69).
•
Sociedades culturales con las que la Sociedad Aurora mantenía
relaciones en los años cincuenta (p. 91).
Nuevo
grupo de teatro a finales de los años cincuenta.
Obras
puestas en escena: “La que salió al camino”,
de Leopoldo Peniche Vallado; “Mariblanca”,
de Santiago Pacheco Cruz; “El yerro candente”,
de J. Villaurrutia (presentada además, en Campeche,
Espita, Valladolid y Tizimín); otra: “El
pecado de las mujeres”, de Catalina Derssel; todas
bajo la dirección del Dr. Pedro Suárez Cárdenas.
La
elección de la Primera Presidenta fue todo un acontecimiento.
“El paso que se dio de ofrecer una oportunidad a
una mujer de ponerse al frente de una agrupación
como esta, es un ejemplo digno de ponderarse, por primera
vez la mujer, en nuestro campo, demostró tener
la capacidad y la fortaleza para incursionar en terrenos
que, hasta entonces, eran de la exclusividad del hombre.
Muchos años después, la mujer ha demostrado
esta verdad, que, un día, en la sociedad Aurora,
se dio el primer paso”. La señorita Elvira
Rodríguez Mijangos fue la agraciada en los años
1966-67.
•
Cincuenta Aniversario 1977.
Con el apoyo del Gobierno del estado, encabezado por el
Lic. Rafael Rodríguez Barrera, y las aportaciones
de los socios, el edificio fue transformado totalmente.
Entre las actividades más relevantes destacan:
La obra musical de teatro “El violinista en el tejado”,
dirigida por el Dr. Pedro Raúl Suárez Cárdenas.
La exposición de recuerdos enviados de muchos países
del mundo y de varios estados de la república mexicana,
en respuesta a una carta enviada por la Directiva. El
cuadrangular de Basketbol, donde se coronó campeón
el equipo “Aurora de Calkiní”. El Baile
de Aniversario, amenizado por “Los Kassino de Chucho
Pinto”. Integraron esta directiva: (p. 121 y 122)
Todos los socios se integraron a las distintas comisiones
que con este motivo se organizaron. De capital importancia
es la gran difusión que recibió este evento,
a través de la prensa.
•
75 Aniversario (Bodas de Diamante).
Como un reconocimiento a su dedicación a la sociedad
Aurora, fue nombrado presidente para el periodo 2001-02-03
el Profr. Pastor Rodríguez Flores. Nuevamente el
Profr. Alonso Reyes Cuevas, fue coordinador de las festividades
(ya lo había sido para el cincuentenario).
Con
el apoyo del gobierno municipal, encabezado por la Sra.
Sonia J. Cuevas Kantún, y las aportaciones de los
socios, el edificio fue transformado nuevamente (techo
y piso de nueva área, remodelación del teatro,
y mosaico nuevo a las salas, aire acondicionado). Entre
las actividades más relevantes destacan: Placa
metálica en homenaje de los 75 años de vida
de la sociedad Aurora, otorgado por el H. Congreso del
Estado, presidido por el Lic. Fernando Ortega Bernés,
ahora Gobernador del Estado. Muestra fotográfica
histórica. Festival artístico con la participación
de las sociedades hermanas. Revista de Aniversario. Sesión
solemne con la presencia del Gobernador del Estado y Reconocimiento
a Don Isauro Herrera (último socio fundador con
vida). Concurso de juegos tradicionales. Velada del humor.
Baile de Gala.
En
reconocimiento a su larga vida dedicada al fomento de
las actividades sociales, deportivas y culturales, el
26 de enero de 2003, el Gobierno del Estado otorga a la
“Sociedad Aurora” de Calkiní, el Premio
Estatal “Justo Sierra Méndez, Maestro de
América”, galardón que Pueblo y Gobierno
del Estado de Campeche confieren a sus hijos o instituciones
distinguidas.
•
Homenaje a los maestros distinguidos de Calkiní
que a lo largo de sus años de servicio contribuyeron,
con gran entrega, al desarrollo educativo de Calkiní
y del Estado: Pastor Rodríguez Estrada, Baltazar
Pinto Ávila, Efrén Estrada Avilés,
Ramón Berzunza Herrera y Alonso Reyes Cuevas (autor
de este libro).
•
Homenaje a los integrantes del Equipo de Basketbol de
Calkiní. En ocasión de cumplirse 50 años
de haber ganado el Campeonato Estatal de este deporte.
(p. 181).
De
su fundación a la fecha, han representado y dirigido
a la Sociedad Aurora, 48 señoritas y 46 presidentes
con sus respectivas directivas.
Los
estilos de vida han cambiado, algunos para bien, otros
no tanto. A pesar de encontrarnos en la “era de
la información” cada día estamos más
lejos de la “era de la comunicación y la
convivencia sana”. Delincuencia, drogadicción,
asesinatos, desintegración familiar, son las constantes
de nuestro tiempo. La educación para la recreación
saludable es nula. La educación en valores escasa.
Es tiempo ya de hacer el alto en el camino, mirar atrás,
revisar lo hecho, aceptar nuestros errores y rectificar
el rumbo.
“Somos
una agrupación cultural que ha perdurado por muchos
años debido al empeño y tesón de
sus socios, las nuevas generaciones debemos asumir el
compromiso de continuar contribuyendo al engrandecimiento
de la cultura de Calkiní”.
Lo
importante de la lectura no es solamente lo que nos dice,
sino, lo que nos motiva a hacer. Esta obra nos da una
muestra de cómo aprovechar el tiempo libre (ocio)
y ser más sanos y productivos.
Esto
es lo importante de esta obra del profesor Alonso Reyes,
que nos permite la reflexión y nos invita a cambiar
para ser mejores. Ejemplo de esto lo es la reflexión
final del libro: “Es el mundo en el que vivimos,
un mundo maravilloso. No lo desperdiciemos. Fomentemos
las buenas costumbres en nuestras vidas. Sembremos en
el surco la buena semilla para que, en la tierra que nos
vio nacer, florezcan un día, los rosales y la aurora
resplandezca siempre en cada amanecer. Alonso Reyes Cuevas
(2008). |